> Diario de Abish: Invitación a ser parte del apresuramiento de la obra del Señor

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viernes, 15 de agosto de 2025

Invitación a ser parte del apresuramiento de la obra del Señor


La lectura de Ante nuestros ojos, ayuda  a poner en perspectiva lo que está sucediendo, actualmente,  en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, para que "no pasemos por alto la majestuosidad de este momento [ya que el] Señor...  está apresurando Su obra".

En 1834, José Smith profetizó, ante un reducido grupo de miembros de la Iglesia recién restaurada, que ésta "llenar[ía] el Norte y el Sur de América [y el] mundo". Actualmente, con 367 templos en diversas etapas de diseño, construcción o funcionamiento; aproximadamente 80.000 misioneros, sirviendo en 450 misiones, y 308.000 nuevos miembros que se han unido a la Iglesia gracias a la obra misional; 800.000 alumnos inscriptos en Seminario e Instituto y más de 75.000, en BYU–Pathway Worldwide, a nivel mundial,  la profecía, ciertamente, se está cumpliendo.  Aunque, a simple vista, estos números  parezcan una mera estadística, revelan "el espíritu del recogimiento [el cual] es llevar almas a Jesucristo y Su Evangelio".

Al preguntarme cómo es que puedo ser parte yo del apresuramiento de la obra del Señor (En definitiva, la invitación que hace el élder Rasband) de una manera más eficaz,  sentí la impresión de que "no debía dormir durante la Restauración" ni creer que "todo va bien en Sión" (2 Nefi 28: 21).

El no dormir durante la Restauración forma parte de éste mensaje del presidente Utchdorf. Entre otras cosas, él dijo:
 
"Cuando nuestro tiempo en la vida terrenal se haya terminado, ¿qué experiencias podremos compartir sobre nuestra contribución a este período significativo de nuestra vida y para el avance de la obra del Señor? ¿Podremos decir que pusimos manos a la obra y trabajamos con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza? ¿O tendremos que admitir que nuestra función, en su mayor parte, fue de observadores?"
"Hay demasiado en juego para nosotros como individuos, como familias y como la Iglesia de Cristo para hacer las cosas a medias en esta obra sagrada.
Ser discípulo de Jesucristo no es una labor de una vez a la semana o una vez al día. Es una labor constante y permanente."
"Estemos despiertos y no nos cansemos de hacer lo bueno, pues estamos “poniendo los cimientos de una gran obra”, incluso haciendo los preparativos para el regreso del Salvador. Hermanos, cuando nosotros añadimos la luz de nuestro ejemplo como testigo a la belleza y el poder de la verdad restaurada, no dormiremos durante la Restauración."

Del mismo modo, el pensar que "todo va bien en Sión" puede causar que bajemos la guardia y caigamos en una falsa sensación de seguridad e, incluso, en la inactividad espiritual, casi sin darnos cuenta. 

Como una de esas personas a las que, a veces, les cuesta salir de su zona de confort, agradezco mensajes como el del élder Rasband, al que acabo de dedicarle este post.