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martes, 12 de agosto de 2025

Invitación a ser humilde

Foto de Fa Barboza en Unsplash


Podría haber empezado a leer cualquier de los discursos pero, no, decidí seguir un orden (Esto no quita que, quizás, cambie de idea más adelante y elija ir por la mitad de la Conferencia o, ¿quién sabe? por el final ☺.)

Ya desde su título, Como un niño pequeñito,   el élder Holland anticipa que la invitación tiene que ver con ser "sumiso, manso, humilde [...], tal como un niño..." (Mosíah 3: 19). Y no, la humildad no hace referencia  a la situación económica de una persona sino a su condición espiritual o, en otras palabras a la disposición a ser enseñable y a someterse a la voluntad del Señor, sin ningún "atisbo de orgullo" en su corazón.

En lo personal, estoy trabajando mucho por desarrollar el atributo de la humildad, de manera más plena, por lo que agradezco cada vez que algún líder o autoridad general hace referencia al tema. 

En mi esfuerzo por profundizar mi estudio sobre las invitaciones y la humildad, el buscador de la Biblioteca del Evangelio me dio como resultado una larga lista de sugerencias. Los títulos de los mensajes que más me llamaron la atención, en esta oportunidad, fueron Por vía de invitación, del año 1992,  y Humildes para aceptar y seguir, del 2023.

Fragmentos del primero:

"Creo que todo ser lleva en su interior el deseo de venir a Cristo. Quizás por el hecho de que somos hijos de Dios tenemos la necesidad humana básica de hacerle esa promesa a la parte espiritual de nuestro ser. Cada uno de nosotros trata de llenar esta necesidad de acuerdo con su conocimiento.
Como miembros de Su Iglesia verdadera, quizás no necesitemos tanto que se nos enseñen nuevas cosas como que se nos recuerden aquellas que ya sabemos; eso es lo que logramos cuando meditamos sobre el nacimiento de nuestro Salvador; creo que el hacerlo le recuerda a nuestra mente terrenal aquellas cosas que nuestro espíritu ya sabe."

Fragmentos del segundo:

"A todos nos gusta pensar que somos lo suficientemente humildes, pero algunas experiencias en la vida nos hacen darnos cuenta de que el orgulloso hombre o mujer natural a menudo está muy vivo dentro de nosotros."
"Algunas personas confunden ser humildes con otras cosas, como, por ejemplo, ser pobres; pero en realidad hay muchos que son pobres y orgullosos, y también muchos que son ricos y a la vez humildes. Otros que son muy tímidos o tienen baja autoestima pueden tener una apariencia externa de humildad, pero en el fondo hay veces que están llenos de orgullo."
"[L]a invitación y la promesa del Señor son claros y reconfortantes: “Sé humilde; y el Señor tu Dios te llevará de la mano y dará respuesta a tus oraciones”