Infinitas posibilidades por delante

Mientras veía, otra vez, el discurso del presidente Dieter F. Uchtdorf, vino a mi mente la siguiente escritura:

"Por tanto, oh vosotros que os embarcáis en el servicio de Dios, mirad que le sirváis con todo vuestro corazón, alma, mente y fuerza" (Doctrina y Convenios 4:3)

                                                   Fuente: Youtube


Y es que, en su mensaje, el élder Utchdorf nos anima a que aceptemos la invitación del Padre Celestial de "embarcarnos" en la aventura de vivir el Evangelio; de "dejar de lado nuestra comodidad y seguridad" para seguir a Jesucristo en el trayecto del discipulado.

¿Cómo? ¿Dejar de lado nuestra comodidad y seguridad? Suena atemorizante ¿no? Mejor esperamos un poco mas; lo dejamos para mas adelante, cuando todo "encaje perfectamente".

Pero no olvidemos una cosa: ya una vez aceptamos la "aventura" de dejar los cielos. Claro que sabíamos que habría multiples desafíos, y hasta "peligros y pruebas desconocidos" pero el panorama que se nos abrió ante nuestros ojos, de infinitas posibilidades, nos dió el valor y el impulso que necesitábamos para "dejar la comodidad y la seguridad de Su presencia cercana" y venir a la Tierra a adquirir experiencias que nos permitiesen progresar.

Tenemos la promesa de que en el "trayecto" podremos:
-encontrar a Dios, aprender a amarlo y a guardar Sus mandamientos;
-ayudar a otras personas a progresar, a la par nuestra;
llegar a ser más semejantes a Cristo en sus pensamientos y acciones.

¿No es una aventura en la que nos querriamos embarcar?

El discurso completo del presidente Utchdorf↷↷↷↷↷↷↷

En el Lema de la Juventud de 2015 vas a encontrar inspiración para vivir esta aventura↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷

Manos que ayudan y marcan la diferencia en el mundo

"Amarás a tu prójimo como a ti mismo" es el segundo gran mandamiento, después de amar a Dios con todo nuestro corazón, alma y mente. (Mateo 22: 37-39)

"¿Y quién es mi prójimo?", quizás te preguntes, al igual que un discípulo le preguntó a Jesús.

"Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Y aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino y, al verle, pasó de largo. Y asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, al verle, pasó de largo. Mas un samaritano que iba de camino llegó cerca de él y, al verle, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole sobre su propia cabalgadura, le llevó al mesón y cuidó de él.Y otro día, al partir, sacó dos denarios y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamelo; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando vuelva.¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo de aquel que cayó en manos de los ladrones? Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Entonces Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo." (Lucas 10: 30-37)

Como sabrás, samaritanos y judíos eran enemigos. incluso tomaban distintos caminos para no tener que cruzarse, pero en su parábola Jesucristo nos enseña que mi prójimo, mi hermano es cualquier persona "sin importar su afiliación religiosa, nacionalidad, raza, orientación sexual, sexo u opiniones políticas."

En un esfuerzo por amar al prójimo, tanto los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días como la Iglesia misma, como organización, brindan ayuda temporal y espiritual.

En lo espiritual, los miembros "siempre buscan formas de ayudar, elevar y amar a otras personas."

"Y ya que deseáis entrar en el redil de Dios y ser llamados su pueblo, y estáis dispuestos a llevar las cargas los unos de los otros para que sean ligeras;sí, y estáis dispuestos a llorar con los que lloran; sí, y a consolar a los que necesitan de consuelo, y ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar en que estuvieseis, aun hasta la muerte..." (Mosíah 18: 8-9)

En lo temporal, viven la ley del ayuno (aunque tiene implicación espiritual, también).

"¿No es más bien el ayuno que yo escogí: desatar las ligaduras de la maldad, soltar las cargas de opresión, y dejar libres a los quebrantados y romper todo yugo? ¿No consiste en que compartas tu pan con el hambriento y a los pobres errantes alojes en tu casa; en que cuando veas al desnudo, lo cubras y no te escondas del que es tu propia carne?" (Isaías 58: 6-7 )

El dinero que se ahorra al abstenerse de comprar alimentos es donado, cada mes, para ayudar a los necesitados.

En cuanto a la Iglesia como organización:

-proporciona atención oftalmológica, atención neonatal a miles de madres y bebés , y sillas de ruedas alrededor del mundo

-en caso de desastres naturales u otras tragedias "los líderes de la Iglesia y el personal de los lugares afectados hacen planes sobre cómo entregarán suministros de socorro y prestarán ayuda voluntaria a quienes sufrirán los efectos."

"Siempre que es posible, nuestros miembros de la Iglesia, vestidos con chalecos amarillos de Manos que Ayudan, se movilizan en grandes cantidades para ayudar a los afligidos por los desastres. Esa clase de servicio que prestan tantos de ustedes es la esencia misma de la ministración."

En este discurso del presidente Eyring, de la Conferencia General de octubre de 2017, vas a encontrar mayor información sobre los "chalecos amarillos", su labor humanitaria y su impacto en la sociedad↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷

Amé el discurso del presidente Nelson, que inspiró este post, y me animó a esforzarme más por amar a mi prójimo. Mi aporte, por mínimo que sea, puede marcar la diferencia. 

¿Sabías que tu aporte para ayudar a los necesitados y afligidos, seas o no seas miembro de la Iglesia, también es valioso? Gracias a vos, "millones de personas de todo el mundo recibirán alimentos, ropa, refugio temporario, sillas de ruedas, medicinas, agua potable que tanto necesitan, y más."

¿Pensaste en eso?

Mirá el discurso completo del presidente Nelson acá↷↷↷↷↷↷

Invitados a tomar Su cruz

“ Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz y sígame." (Mateo 16: 24)

¿Qué te transmiten estas palabras? ¿Notas que no hay imposición ni autoritarismo en la "voz" del Salvador? Mas bien es una invitación. La decisión de seguirlo, por lo tanto, es nuestra. Mía y tuya.

¿Te pusiste a pensar, alguna vez, en el significado de "tomar nuestra propia cruz"? En su mensaje del 6 de octubre, el élder Ulisses Soares nos ayuda a entenderlo mas plenamente.

"Y ahora, para que el hombre tome su cruz, debe abstenerse de toda impiedad, y de todo deseo mundano y guardar mis mandamientos." (traducción de José Smith-Mateo 16: 26)

Todos aquellos que estén dispuestos a seguir a Jesucristo tienen que:
-negarse a sí mismos al controlar deseos, apetitos y pasiones;
-sacrificarlo todo, incluso la vida misma si fuera necesario;-ser sumisos a la voluntad del Padre.

"¿Negarme a mi mismo/ a? ¿Renunciar a cosas que me gustan? ¿Sacrificarlo todo? ¿No es demasiado?", son algunas preguntas que, quizás, se nos pasen por la mente.

El élder Soares nos responde:

"Es el precio que se ha de pagar por la salvación de un alma."

"Nuestra determinación de desechar todo lo que sea contrario a la voluntad de Dios y sacrificar todo los que se nos pida dar y al esforzarnos por seguir Sus enseñanzas, nos ayudará a perseverar en la senda del evangelio de Jesucristo, aun al afrontar la tribulación, la debilidad de nuestra alma, o la presión social y las filosofías del mundo que se oponen a Sus enseñanzas."

"Quienes han tomado sobre sí el nombre del Salvador, confiando en sus promesas y perseverando hasta el fin, se salvaran y podrán morar con Dios en un estado de interminable felicidad."

"Tomar nuestra cruz incluye ser humildes y confia en Dios y en su infinita sabiduría"

"Tomar sobre nosotros nuestra cruz y seguir al Salvador requiere que sigamos Su ejemplo y nos esforcemos por llegar a ser semejantes a Él, afrontando con paciencia las circunstancias de la vida, absteniéndonos de los apetitos del hombre natural y despreciándolos, y esperando en el Señor."

Viene a mi mente:

"Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí no puede ser mi discípulo." (Lucas 14: 27)

Discurso del élder Soares↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷

Desconectarnos del mundo, conectarnos con el cielo

Hace mas de un año, en la Conferencia General de abril de 2018, el presidente Russell M. Nelson nos dijo que “en los días futuros, no será posible sobrevivir espiritualmente sin la influencia guiadora, orientadora, consoladora y constante del Espíritu Santo”. Stephen W. Owen, nos lo volvió a recordar en su discurso del 5 de octubre.

Como vemos que están las cosas en el mundo, esta advertencia es mas que oportuna. Y, al menos así lo sentí, apremiante. Es el llamado de un amoroso Padre Celestial a la acción; a que hagamos los cambios necesarios para "desconectarnos del mundo y conectarnos con el cielo".

No quiero sonar alarmista pero "el Señor, sabiendo las calamidades que sobrevendrían a los habitantes de la tierra" (Doctrina y Convenios 1: 17) nos proporcionó un Profeta que, mediante mensajes inspirados, puede prepararnos para los desafíos que debamos enfrentar en el presente y en el futuro.

¿Te interesa saber lo que Dios tiene para decirte a través de uno de Sus siervos autorizados?

La obediencia personal: la llave que abre la puerta a las bendiciones prometidas

Sé que dije que iba a compartir un post diario pero se me hizo difícil estos días por otras ocupaciones. Igual sigo, y espero que vos sigas también, del otro lado de la pantalla, acompañándome.

¿Repasamos juntos el discurso del élder Jorge M. Alvarado? 

A lo largo de su mensaje, él nos hace algunas invitaciones. Ellas son, entre otras:

⇒"...seguir las impresiones... del Señor";

⇒Realizar "las ordenanzas del templo y los convenios", y prestar "servicio allí por (los) antepasados";

⇒"Comprender el porqué del evangelio de Jesucristo";

⇒"...ayudar a nuestros hijos a aprender a usar su albedrío de manera sabia";

⇒Ayudar "...a nuestros hijos y a los niños a nuestro alrededor a seguir la senda de los convenios de Dios".

Como ya sabrás, estas invitaciones vienen directamente de Dios, y son "una expresión de Su amor por nosotros y Su deseo de brindarnos todas las bendiciones reservadas para Sus hijos fieles."

Sí, como acabas de leer: Dios nos hace promesas que se cumplirán debido a nuestra fidelidad y obediencia personal.

¿Cuáles son esas promesas?

⇒Protección, fortaleza y bendiciones para nuestra vida, nuestro matrimonio y nuestra familia.

⇒Poder resistir las tentaciones del adversario.

⇒Tener mayor revelación y paz.

⇒Mantenernos en la senda de los convenios.

⇒Afrontar nuestras pruebas con fe.

Por experiencias personales, sé que las promesas del Señor son ciertas. Seguramente, vos también tuviste tus propias experiencias. Si no es así, te invito a que "pongas a prueba la palabra de Dios" (Alma 31: 5) y aceptes alguna de las invitaciones (o todas 😉) que hizo el élder Alvarado. Después, me contás.

El discurso completo↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷

¿De verdad hay un lugar para mí en el Plan de Salvación?

¿Te cuento algo? Hace tres días que estoy viendo, una y otra vez,  retrocediendo y avanzando, el discurso que el Elder M. Russell Ballard ofreció en la Conferencia General, para tomar apuntes literales de sus palabras para mí misma y, por supuesto, para compartir con vos. 

Recibí muchas mas inspiración de la que creí recibir la primera vez que lo vi. Y eso es lo maravilloso de repetir los mensajes (o de escudriñar las escrituras): la revelación personal no se agota, sigue brotando, hay más y más que podemos saber, entender sobre nosotros mismos y nuestra verdadera naturaleza. ¿Te interesa?

Algunos de mis apuntes:

En poco mas de 15 minutos, el elder Ballard expuso el Plan de Salvación completo y nos recordó el lugar que ocupamos en él.

¿Querés saber más? Mirá el discurso completo y animáte a tomar tus propios apuntes↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷

¿Importa tanto saber quién soy?

Fuente: Youtube

"Todos los seres humanos, hombres y mujeres, son creados a la imagen de Dios. Cada uno es un amado hijo o hija procreado como espíritu por padres celestiales y, como tal, cada uno tiene una naturaleza y un destino divinos." (La familia: Una proclamación para el mundo)

En el mensaje que el élder Peter M. Johnson dio en la Conferencia General, hizo hincapié en la importancia de recordar quienes somos: hijos e hijas de Dios. Incluso vos, que estás leyendo en este momento este post, seas o no seas miembro de la Iglesia. Sí, vos también sos un/a hijo/a de Dios. ¿Lo sabias?

Lamentablemente, si no estamos prevenidos, podemos olvidar muy fácilmente esa verdad. Personas o circunstancias, pueden hacernos creer que valemos menos de lo que realmente valemos y provocar que rebajemos nuestras normas. Distracciones, como las redes sociales, pueden impedirnos cumplir con nuestro potencial. Finalmente, el desánimo puede llevarnos a pensar que no somos los suficientemente buenos y que no vale al pena seguir intentando. 

Podemos contrarrestar estos sentimientos si:
-oramos cada día,
-leemos las escrituras cada día (especialmente el Libro de Mormón, que reafirma que somos hijos de Dios)
-tomamos la Santa Cena cada semana.

El élder Johnson extendió una promesa final:

"A medida que nos esforcemos por amar a Dios con todo nuestro corazón, oremos en el nombre de Jesucristo, estudiemos el Libro de Mormón y participemos de la Santa Cena, tendremos la capacidad, con la fuerza del Señor, de vencer las prácticas engañosas del adversario, minimizar las distracciones que limitan nuestro potencial divino y resistir el desánimo que reduce nuestra capacidad de sentir el amor de nuestro Padre y de Su Hijo."

El discurso completo↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷

El Espíritu Santo y los atalayas en la torre

Como parte de nuestro estudio del Libro de Mormón, con Benja venimos leyendo, desde hace un par de días, la manera en que el capitán Moroni ayuda a su pueblo a prepararse de ataques enemigos.

Entre otras cosas:

"...hizo que sus ejércitos empezaran a levantar montones de tierra alrededor de todas las ciudades, Y sobre estos montones de tierra hizo colocar vigas... E hizo que sobre estas obras de maderos se construyeran estacadas... E hizo que se erigieran torres más altas que estas estacadas, e hizo construir resguardos en estas torres, para que las piedras y las flechas de los lamanitas no los hirieran." (Alma 50: 1-4)

Esta imagen grafíca la manera en que los nefitas, con Moroni a la cabeza, se estaban preparando para la guerra.

Fuente: www.bookofmormoncentral.es 

Hoy, después de leer Alma 53: 4 y mientras trataba de explicarle a Benja la manera en que la preparación y fortificación de las ciudades nefitas puede aplicarse a nuestra vida, vino a mi mente el discurso que dio el élder David A. Bednar en la Conferencia General.

Como dicen las escrituras

"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes." (Isaías 5: 20)

En su mensaje, el élder Bednar nos da la clave para estar preparados y vencer esos "principados, potestades, gobernadores y fuerzas espirituales de maldad": debemos estar atentos a las impresiones del Espíritu Santo y a las señales de los atalayas que están en la torre.

¿No querrías esa clase de protección para vos?

Acá, el discurso↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷ 

Seguramente, podrás encontrar enseñanzas adicionales, según tus propias circunstancias. Después de verlo ¿compartirías tus impresiones conmigo?

Pautas para ayudar a otros a hallar la verdad

El discurso de hoy es de la hermana Cristina B. Franco. Me pasó algo especial con esta discursante. De a ratos, sentí que me hablaba a mí, mirándome directamente a los ojos. Nos separaban kilómetros de distancia y una pantalla de por medio, pero fue como si no hubiera nadie más en el salón sacramental. Quizás pienses que es "locura de mi parte" (Alma 37: 37) pero esas cosas suelen pasar. Sino preguntale a otro santo de los últimos días que haya asistido a la conferencia 😊.

Su discurso giró alrededor de cómo compartir el evangelio y dio algunas pautas↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷

Obviamente, no es la primera vez que se habla de este tema pero es en esta época en la que debemos, más que nunca, recordarlo.

"...porque todavía hay muchos en la tierra... que... no llegan a la verdad... porque no saben dónde hallarla" (Doctrina y Convenios 123: 12)

Este discurso lo tendría que haber compartido ayer, pero no pude. Los últimos dos días, hice visitas y pude ministrar y decir aquellas cosas (siento que fue así) que las personas que me recibieron estaban necesitando. Puedo decir que la escritura que citó la hermana Franco la pude aplicar a mí misma:

"Ni os preocupéis tampoco de antemano por lo que habéis de decir; mas atesorad constantemente en vuestras mentes las palabras de vida, y os será dado en la hora precisa la porción que le será medida a cada hombre." (Doctrina y Convenios 84: 85)

El propósito de la Conferencia General

¡¡Hola, de nuevo, lector/a!! Hoy te traje un nuevo discurso de la Conferencia General (te prometí compartir con vos uno diario ¿te acordás?) 

Esta vez, elegí el que dio el élder Jeffrey R. Holland en la primer sesión del sábado por la mañana. (Él es uno de los apóstoles del Señor que más me gusta escuchar 😍. Para mí es como el Isaías del Antiguo Testamento, porque testifica con gran poder y autoridad. Si leíste a Isaías o escuchaste discursar al élder holland, sabrás a qué me refiero 😏.) Él enseñó o, mejor dicho, recordó cuál es el propósito de que tengamos estas reuniones semestrales.

Estarás de acuerdo en que vivimos en un mundo dónde se oyen una diversidad de voces, ¿no? En tiempos de José Smith, en la región en donde vivía había "una agitación extraordinaria sobre el tema de la religión". Eran días de "agitación, confusión y contención", de "clamor y alboroto"; una "guerra de palabras y tumulto de opiniones". 

¿Te suena conocido, familiar este escenario? No te sentiste así alguna vez así: confundido y perdido, entre tantas otras "voces"?

José Smith estaba en la búsqueda de una verdad que otras voces se empeñaban por acallar y opacar. Para salir de esa situación (y pensar, ver y oír por sí mismo) siguió el consejo de Santiago 1: 5:

"Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, quien da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada."

Después de poner a prueba la palabra de Dios, el Padre Celestial y Jesucristo se le aparecieron a este joven de tan solo catorce años. El Padre, señalando al Hijo, dijo, iniciando así la restauración de todas las cosas:

"Este es mi Hijo Amado: ¡Escúchalo!

La Conferencia General nos recuerda, cada seis meses, que el centro de todo, el centro de nuestra adoración (con las oraciones, discursos e himnos) es Jesucristo, el Hijo de Dios, el Salvador y Redentor del mundo.

"...muchas cosas han de venir; y he aquí, hay una que es más importante que todas las otras, pues he aquí, no está muy lejos el día en que el Redentor viva y venga entre su pueblo." (Alma 7: 7)

Ahora sí, el discurso completo. ¿Estás preparado/a?

Nueva determinación: un discurso diario

A principios de año te conté de una de las principales metas que quería alcanzar a lo largo de este 2019. Para lograrlo, estuve haciendo de mi estudio personal de las escrituras una prioridad, estudiando, por ejemplo, como lograr mayor caridad, paciencia, humildad, etc.

Hoy, me levanté con la determinación de volver a ver y/ o releer un discurso diario de la última Conferencia General, que fue el 6 y 7 de octubre. Esto formará parte de mi estudio personal a partir de ahora.

Pero como es casi imposible transmitir los pensamientos y sentimientos que los mensajes le generan a uno, voy a dejarte acá, cada día, un discurso diferente para que experimentes por vos mismo/a y te sientas inspirado/a, elevado/a, fortalecido/a. Seas o no seas miembro de la iglesia, las preguntas, dudas o preocupaciones que tengas, te aseguro, van a ser respondidas, aclaradas o disipadas.

El discurso que volví a ver hoy, y que que siento inspirada a compartir, tiene que ver con la felicidad. Pero no con una efímera, pasajera, sino con una perdurable y verdadera.

¿Te gustaría experimentarla, sentirla, hacerla parte de tu vida? En el mensaje del élder  Henry B. Eyring vas a encontrar la clave↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷