Me encantó la idea y más viniendo de un niño de diez años. (Los niños están mas atentos a las cosas espirituales que nosotros, los adultos, a veces.) Pero no quería que quedáramos, otra vez, a mitad de camino y me dí cuenta que para lograr leer las escrituras con mi hijo (y no morir en el intento) tenía que hacer el proceso más "entretenido". Recordé el desafío que el presidente Nelson nos extendió en octubre del año pasado: el de empezar a leer El Libro de Mormón y de terminarlo antes de fin de año, buscando y marcando aquellos versículos que hicieran referencia a Jesucristo de alguna u otra manera.
Para Benja es una especie de "búsqueda del tesoro". Nos turnamos para leer y vamos marcando las referencias a medida que van apareciendo (cada uno, en un ejemplar de escrituras nuevo.) A la vez, compartimos nuestros pensamientos y sentimientos en cuanto a El Libro de Mormón y a su papel como testigo adicional de Jesucristo.
Acá algunas fotos (perdón por la calidad de las imágenes)
La idea es terminar de leerlo el 25 de diciembre (la fecha la puso Benja). Para poder terminar a tiempo las seiscientas cuarenta y dos páginas que tiene el libro, estoy usando "Planes de estudio", de la aplicación Biblioteca del Evangelio. Poniendo fecha de inicio y de finalización, te indica la cantidad de versículos que hay que leer a diario.