> Diario de Abish: Determinaciones de Año Nuevo

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martes, 8 de enero de 2019

Determinaciones de Año Nuevo

Cuando empieza un nuevo año siempre nos ponemos a meditar que cosas queremos lograr de ahí en adelante ¿no es así? Quizás hacemos listas, nos ponemos metas: cambiar de trabajo, retomar esa carrera que dejamos a medias, cultivar un talento olvidado, empezar a ahorrar, hacer un viaje... Pufff... ¡La lista es interminable! Yo misma quiero empezar a hacer cosas este año. De hecho, ya tomé la determinación de que algunas se hagan realidad. 

Si han leído mi blog anteriormente, se habrán dado cuenta de que me es casi imposible no hacer referencia a aspectos del Evangelio cuando comparto situaciones cotidianas (y aparentemente insignificantes) de mi vida. El domingo pasado, por ejemplo, mientras estaba en la reunión Sacramental vino a mi mente de una manera clara cuál es la meta principal que quiero alcanzar a lo largo de 2019. ¿Saben cuál es? Bueno, la de ser una nueva persona, un poco mejor, más sabia, más paciente, más humilde.

¿Cómo lo lograré? Entre otras cosas:
-naciendo de nuevo, 
-siendo nueva criatura, 
-volviéndome una niña pequeña.

¿Piensan que es difícil?

Si vamos a las escrituras, encontramos que:

"Y el Señor me dijo: No te maravilles de que todo el género humano, sí, hombres y mujeres, toda nación, tribu, lengua y pueblo, deban nacer otra vez; sí, nacer de Dios, ser cambiados de su estado carnal y caído, a un estado de rectitud, siendo redimidos por Dios, convirtiéndose en sus hijos e hijas; y así llegan a ser nuevas criaturas; y a menos que hagan esto, de ningún modo pueden heredar el reino de Dios." (Mosiah 27: 25-26)

"Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente infligir sobre él, tal como un niño se somete a su padre." (Mosiah 3.19)

Para nacer de nuevo, debe haber un cambio en mí, debo sepultar, o dejar atrás, a la mujer "natural" (la que está sujeta a las pasiones, tentaciones y deseos de la carne, como el enojo, orgullo, egoísmo y varios etcéteras mas) y debo cultivar las cualidades innatas de los niños: obediencia, mansedumbre, humildad, paciencia, caridad (¡sí, aunque aveces no parezca los niños son obedientes y pacientes! 😇)

Obviamente, no lograré cumplir esta meta de la noche a la mañana; es un proceso, tal vez de toda la vida (de hecho, empecé un "diario de estudio" donde iré anotando las escrituras y/o partes de discursos que me den "pautas" para alcanzarla), pero me quedo con la letra de este precioso himno:


"Otro año más queda ya atrás;
evaluemos lo que pasó.
¿Puedo mejorar, puedo progresar
este año que ya comenzó?"


Así que, si quiero ver cambios en mi vida "mañana", tomaré determinaciones "hoy".

Espero que todas las metas y proyectos que tienen para este año, se cumplan. ¡Nos encontramos en el próximo post!