Acá hago una breve pausa para contarte: actualmente, ademas de mi estudio personal y familiar de las Escrituras, estoy memorizando El Cristo Viviente (Empecé en febrero del año pasado y casi lo estoy finalizando. En este post, encontrarás los detalles del por qué decidí estudiarlo y el método que elegí).
Como te decía, abrí la aplicación. Previa oración para saber hacia dónde tenía que ir mi lectura y qué quería el Padre Celestial para mí, vino a mi mente la última frase del Cristo Viviente que había leído, que fue "toda lengua hablará en adoración an él".
Eso me llevó a Mosiah 27: 23-24, 31:
"Y aconteció que después que hubieron ayunado y orado por el espacio de dos días y dos noches, los miembros de Alma recobraron su fuerza, y se puso de pie y comenzó a hablarles, diciéndoles que se animaran; porque, dijo él, me he arrepentido de mis pecados, y el Señor me ha redimido; he aquí, he nacido del Espíritu... Sí, toda rodilla se doblará, y toda lengua confesará ante él..."
El acto de Alma, hijo, de "ponerse de pie", después de haber estado "caído", me hizo recordar una frase de un discurso que había escuchado anteriormente: "estar de pie por dentro".
Una vez más, gracias al buscador de la aplicación, encontré el discurso. Esta es solo una parte:
"...un padre y su hijo pequeño... entraron en una tienda de juguetes donde había una bolsa inflable de boxeo en forma de hombre . El muchacho golpeó al hombre inflable, el cual se inclinaba y de inmediato se volvía a levantar después de cada golpe. El padre preguntó a su hijito por qué el hombre se volvía a levantar. El niño pensó durante un minuto y luego dijo: “No lo sé, creo que es porque está de pie por dentro”. A fin de estar “del todo dispuestos”, necesitamos “estar de pie por dentro”, “venga lo que venga”.
Nos ponemos de pie por dentro cuando esperamos pacientemente en el Señor para quitarnos o darnos fuerzas para soportar nuestros aguijones en la carne. Tales aguijones pueden ser una enfermedad, una discapacidad, un trastorno mental, la muerte de un ser querido, y tantos otros asuntos.
Nos ponemos de pie por dentro cuando sostenemos las manos caídas. Nos ponemos de pie por dentro cuando defendemos la verdad contra un mundo perverso y secular que se está volviendo cada vez más incómodo con la luz, llamando a lo malo bueno y a lo bueno malo, y “condenando a los justos por motivo de su rectitud”.
La verdad, este mensaje me llegó muy hondo y me dió ese"empuje", esa especie de inyección de adrenalina que todos, alguna vez, necesitamos para continuar esta travesía terrenal.
Sentí que el Señor me estaba diciendo exactamente que quería de mí: que permaneciese "de pie por dentro", a pesar de las pruebas, dificultades y desafíos.
Y todo gracias a un solo versículo, mientras viajaba en un transporte público, con mi familia a mi lado.
Como ves, no hay excusas para leer las escrituras. Sea poco o mucho el tiempo del que disponemos, debemos hacer de ello un hábito.
El discurso completo, del élder Gary B. Sabin👇