> Diario de Abish: noviembre 2018

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domingo, 25 de noviembre de 2018

¡Corran la voz!

¿Todavía no se enteraron? ¡El evento mundial "Ilumina el Mundo" ya está acá otra vez, por tercer año consecutivo!

¿No saben de qué se trata? ¿Saben de qué se trata pero quieren refrescar la memoria? Acá y acá van a encontrar las versiones 2016 y 2017.

A diferencia de los dos años anteriores (en los que las sugerencias de servicio eran diarias), el calendario de este año esta estructurado en cuatro semanas. Cada semana está centrada en una manera de servir diferente. La primera, las sugerencias de servicio giran en torno a "Iluminar el Mundo". La segunda, le toca a "Iluminar la comunidad". La tercera, es el turno de "Iluminar a la familia". La cuarta, "Iluminar la fe".

Para saber más y descargar otros videos y el calendario con las sugerencias semanales pueden visitar ésta página. 

¡Están todo invitados! ¡Corran la voz!





martes, 20 de noviembre de 2018

¿El inicio de un nuevo hobby?

Aprovecho esta oportunidad para comentarles sobre algo que descubrí y me pareció muy interesante.  Mirando videos de una youtuber (sí, sigo a youtubers ¡¡¡me descubrieron!!! 😲), supe de una página web llamada Postcrossing¿Qué es lo interesante de esto? Los usuarios de esta página intercambian postales entre sí, a través del correo. La idea es enviar y recibir postales de distintas partes del mundo. De esta manera podemos "conocer" o "viajar" por determinado país del mundo gracias a la información que x persona escribió en la postal. 




Esto me hizo acordar de la época en que yo me carteaba con otras personas (dentro y fuera de Argentina) y me entraron ganas de saber más de este proyecto. Después de investigar (un poquito no más ¿eh?) y de meditarlo, me animé y me abrí una cuenta en Postcrossing. ¡¡Y ya tengo la primer dirección para enviar mi primer postal!! (El único inconveniente es que hay que escribir en inglés pero, afortunadamente, en la actualidad existe el traductor de Google y un hijo-que-ya-se-ofreció-a-ayudarme 😇)


Una de estas postales voy a enviar (todavía no me decido) ⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓⇓





Si les interesa saber más de que trata este proyecto les dejo este video (y, de paso, conocen a una de las youtuber que sigo 😉)




Y la página de Postcrossing.


La verdad, estoy muy entusiasmada por embarcarme en esta nueva "aventura". En algún otra entrada futura, les cuento cómo me fue.


sábado, 17 de noviembre de 2018

Once palabras: un nombre

Mientras estaba editando el perfil de mi blog en Facebook y corregía mi presentación de "Experiencias cotidianas de una esposa y madre Santo de los Últimos Días" a "Experiencias cotidianas de una esposa y madre de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días" (el por qué de esta simple corrección la pueden encontrar acá), vino a mi mente que quizás muchos se pregunten por qué la Iglesia recibió éste nombre.




Como siempre, es mejor ir a las fuentes:

"Y Jesús se les manifestó de nuevo, porque pedían al Padre en su nombre; y vino Jesús y se puso en medio de ellos, y les dijo: ¿Qué queréis que os dé? Y ellos le dijeron: Señor, deseamos que nos digas el nombre por el cual hemos de llamar esta iglesia; porque hay disputas entre el pueblo concernientes a este asunto. Y el Señor les dijo: De cierto, de cierto os digo: ¿Por qué es que este pueblo ha de murmurar y disputar a causa de esto? ¿No han leído las Escrituras que dicen que debéis tomar sobre vosotros el nombre de Cristo, que es mi nombre? Porque por este nombre seréis llamados en el postrer día... ¿Y cómo puede ser mi iglesia salvo que lleve mi nombre? Porque si una iglesia lleva el nombre de Moisés, entonces es la iglesia de Moisés; o si se le da el nombre de algún hombre, entonces es la iglesia de ese hombre; pero si lleva mi nombre, entonces es mi iglesia, si es que están fundados sobre mi evangelio." (3 Nefi 27: 2-5, 8)

"De cierto,... dice el Señor,...  así se llamará mi iglesia en los postreros días, a saber, La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días." (Doctrina y Convenios  115: 1, 4)

La razón del porqué se llama "La Iglesia de Jesucristo" queda clara ¿no? Pero ¿por qué "de los Santos"? ¿Por qué "de los Últimos Días"? ¿Nunca se hicieron esas preguntas? ¡Yo sí! 

El élder M. Russell Ballard, del Cuórum de los Doce Apóstoles dijo (ésto lo recuerdo del año que me tocó dar Doctrina y Convenios en Seminario 😊):

“He pensado mucho sobre la razón por la que el Salvador le dio un nombre de once palabras a Su Iglesia restaurada. Parece largo, pero si lo consideramos una reseña descriptiva de lo que es la Iglesia, de repente se vuelve maravillosamente breve, sencillo y preciso. ¿Cómo podría una descripción ser más directa y clara, y aun así expresarse en tan pocas palabras? Cada palabra es aclaratoria e indispensable. La palabra 'La' indica la posición única de la Iglesia restaurada entre las religiones del mundo. Las palabras 'Iglesia de Jesucristo' declaran que esta es Su Iglesia… 'de los Santos' significa que sus miembros lo siguen a Él y se esfuerzan por hacer Su voluntad, guardar Sus mandamientos y prepararse una vez más para vivir con Él y nuestro Padre Celestial en el futuro. 'Santos' sencillamente se refiere a aquellos que procuran santificar sus vidas mediante el convenio de seguir a Cristo; 'de los Últimos Días' explica que es la misma Iglesia que Jesucristo estableció durante Su ministerio terrenal, pero restaurada en estos últimos días” ("La importancia de un nombre", Liahona, noviembre de 2011, página 80).

El presidente Nelson no fue el único en hablar del nombre que debemos usar cada vez que nos referimos  a la Iglesia. Anteriormente, otros líderes tocaron sobre el tema en sus discursos de la Conferencia General (como ejemplo, la cita del élder M. Russell Ballard de más arriba).  Esos discursos los pueden encontrar acá y acá.

Otro discurso, también del presidente Nelson, pero en 1990, cuando formaba parte del Cuórum  de los Doce Apóstoles, lo podrán leer acá

Así que ya saben (si es que no lo sabían ya 😉) la razón del por qué la Iglesia se llama como se llama. ¡Ahora a compartirlo!

jueves, 15 de noviembre de 2018

Mostrar el camino y guiar a otros

¡El domingo pasado me tocó discurso! Lo preparé en base a Trabajemos hoy en la obra. El mensaje central era ayudar "a todos los hijos de Dios en ambos lados del velo a venir a su Salvador, recibir las bendiciones del santo templo, tener gozo duradero y calificar para la vida eterna".


Para lograr el objetivo de ayudar a otros a venir a Cristo, mencioné tres puntos principales: el Libro de Mormón, la ministración y la Historia familiar y la obra del Templo. (Aclaro: el Libro de Mormón no se menciona en el discurso pero sentí que debía incluirlo por todos los mensajes que hemos estado escuchando últimamente relacionados con él. Incluso a las mujeres de la Iglesia se nos mandó leerlo y terminarlo a fin de año ¿recuerdan?)

Pero vamos por partes. ¿Qué significa "venir a Cristo"?. Las propias palabras del Salvador, en su visita a los nefitas en la antigua América lo define: "Arrepentíos, todos vosotros, extremos de la tierra, y venid a mí y sed bautizados en mi nombre, para que seáis santificados por la recepción del Espíritu Santo, a fin de que en el postrer día os presentéis ante mí sin mancha." (3 Nefi 27: 20)

Si vamos a Portada del Libro de Mormón (página III, en números romanos 😎), leeremos que uno de sus propósitos es "convencer al judío y al gentil de que Jesús es el Cristo, el Eterno Dios, que se manifiesta a sí mismo a todas las naciones"

En la Introducción (página V), el profeta José Smith dijo: “Declaré a los hermanos que el Libro de Mormón era el más correcto de todos los libros sobre la tierra, y la piedra clave de nuestra religión; y que un hombre se acercaría más a Dios al seguir sus preceptos que los de cualquier otro libro”.

Podemos compartir el Libro de Mormón de múltiples maneras pero no voy a enumerarlas. Estoy segura que ustedes tienen sus propios métodos e ideas 🙆 (si se animan, pueden compartirlos en los comentarios 😉)

La segunda manera de ayudar a otros a venir al Salvador es a través de la ministración. Ministrar, según la Guía para el Estudio de las Escrituras, es "Llevar a cabo la obra del Señor sobre la tierra". ¿De qué manera? "Llorando con los que lloran, consolando a los que necesitan de consuelo" (Mosiah 18:9), amando, sirviendo, cuidándonos unos a los otros. El presidente Nelson dijo que éste nuevo modelo (anteriormente se servía a los demás miembros a través de las maestras visitantes y los maestros orientadores, pero esos programas se dieron de "baja") nos ayudarán a servirnos "los unos a los otros de una manera nueva y más santa".

La tercera manera es a través de la Historia Familiar y la Obra del Templo. Al esforzarnos por buscar los nombres de nuestros antepasados y al hacer las ordenanzas por ellos, les estamos dando la oportunidad de volver a la presencia del Padre Celestial, si es que aceptan esas ordenanzas a su favor y son fieles a los convenios que las acompañan. Los vivos también son bendecidos porque sus corazones se vuelven hacia los que ya no están. 

Yo he tenido experiencias muy personales con cada uno de estos puntos y mi conclusión es que somos nosotros, quienes conocemos el Evangelio, los que primero tenemos que venir a Jesucristo (pero de una manera mas completa y total) para poder mostrar el camino y guiar a otros. 




¿Tienen algún familiar o amigo que quisieran que volviera a la actividad en la Iglesia? ¿O que la conozca? Las maneras que compartí en este post les pueden ser de gran ayuda, y un puntapié inicial para buscar y poner en práctica otras que les vengan a la mente. Pero recuerden: todo lo que hagan, que sea con amor, paciencia y, ante todo, respeto por las diferencias con otras personas.

¿Lo harán? ¡Espero sus comentarios!


miércoles, 14 de noviembre de 2018

Autosuficiencia: un asunto de familia

Siguiendo con la temática que empecé en el post anterior, les cuento que en nuestra última Noche de Hogar (la hicimos el 5 de noviembre. Sí, un poco atrasado y en desorden va éste Diario. ¡Qué le vamos a hacer! 😖) la clase giró alrededor de la Autosuficiencia. 

En base a lo que mi esposo y yo aprendimos en el curso "Educación para un mejor empleo" (yo un poco ya sabía. Éste curso lo había empezado hace un par de años pero no se llegó a terminar), conversamos con nuestros hijos de  principios como el trabajo, el diezmo, el llevar un control de nuestros gastos y el ahorro, entre otros.

     
Uno de los compromisos del curso es practicar y compartir  los principios que aprendemos en la clase. Me pareció una buena idea compartirlo en la Noche de Hogar, para que nuestros hijos estén al tanto (y participen) de las decisiones que mi esposo y yo vayamos tomando para progresar a nivel económico y espiritual. ¿Por qué? Porque el llegar a ser autosuficientes es un tema que involucra a todos los miembros de la familia.

También vimos este video:



Lo especial de esta Noche de Hogar fue que mi hijo mayor participó de buena voluntad 😊.

martes, 13 de noviembre de 2018

¡Allá vamos!

¿Les cuento algo? Desde el 27 de octubre, con mi esposo estamos participando de un curso de Autosuficiencia que se da en la capilla. 
"La autosuficiencia es la capacidad, el compromiso y el esfuerzo de proporcionar los elementos espirituales y temporales indispensables para sostener la vida de uno mismo y de la familia" ("Autosuficiencia", mensaje de las Maestras Visitantes, Liahona abril 2013)

Actualmente, se están dando dos cursos. Nosotros vamos al de "Educación para un mejor empleo". Son doce clases, los sábados. En cada una aprendemos un principio distinto, que debemos poner en práctica durante la semana y dar un informe al facilitador (no un maestro, sino una clase de "moderador" que interactúa con los participantes del curso). El propósito de este curso es "ayudar... a aprender y a poner en práctica los principios de la fe, la educación, el trabajo arduo y la confianza en el Señor." (Manual "Educación para un mejor empleo") 

¿Y saben qué? Con apenas dos clases, con mi esposo tomamos la decisión de estudiar. Averiguamos algunos cursos cortos que se dan por donde vivimos y hasta nos anotamos. Empezamos, si todo va bien, en marzo del año que viene. Por mi parte hace rato quería estudiar algo pero nunca me decidía, un poco por falta de ganas y otro por falta de tiempo. Mi esposo tampoco encontraba el incentivo (por los mismos motivos) pero entendió que al estudiar, al capacitarse puede ampliar sus oportunidades laborales. ¡Así que allá vamos!



¿Les interesa saber un poco más de lo que es la autosuficiencia? Más información acá

¡Hasta el próximo post!

lunes, 12 de noviembre de 2018

¿Importa el uso que hago de mi tiempo?






La razón de esta entrada es para compartir con ustedes dos hábitos que pude adquirir gracias al ayuno virtual que el presidente Nelson nos animó a hacer a todas las mujeres de la Iglesia en la última Conferencia General. Algo de esta experiencia la compartí en un post anterior pero, como me pasa a veces, una parte me quedó en el tintero (el post en cuestión ésta vez lo van a tener que buscar ustedes 😜)

Primer hábito: cada día, con Benja nos tomamos unos minutos y hacemos un juego de palabras. ¿Cómo sería? Muy simple: uno de nosotros dice una palabra y el otro dice otra palabra con las ultimas dos letras de la palabra anterior. No vale repetir. El que repite una palabra, pierde.  Para determinar quién de los dos es el primero en decir una palabra, jugamos a "piedra, papel, tijera". Y así estamos un rato largo. Nos reímos si nos equivocamos, la pasamos bien. Es un momento único, irrepetible, de madre e hijo. Hacer el ayuno virtual me hizo dar cuenta que no estaba pasando tanto tiempo con él como hubiese querido.  Digamos que el estar alejada de las redes sociales me "abrió" los ojos.

Otro hábito que decidí empezar: leer libros. En mi adolescencia leía seguido pero esa costumbre la fui perdiendo. El deseo de retomar ya lo venia sintiendo. "Para ser un buen escritor, hay que ser un buen lector", leí por ahí. Así que compré tres libros de cuentos (prefiero los relatos cortos a las novelas) en una librería de nuevos y usados. La invitación del presidente Nelson fue ese empujoncito, ese envión final que necesitaba. La idea es leer, por lo menos, un relato cada día.

Acá estoy, feliz con mi adquisición 







"Porque he aquí, esta vida es cuando el hombre debe prepararse...; ...el día de esta vida es el día en que el hombre debe ejecutar su obra...; ...porque después de este día de vida, que se nos da para prepararnos para la eternidad, he aquí que si no mejoramos nuestro tiempo durante esta vida, entonces viene la noche de tinieblas en la cual no se puede hacer obra alguna." (Alma 34: 32-33)

¿Importa el uso que hago de mi tiempo? Sí, porque se diluye y no vuelve más...

jueves, 8 de noviembre de 2018

Seminario: el final del recorrido.

Oficialmente, las clases de Seminario en nuestro barrio finalizaron el 1 de noviembre. El 3 los jóvenes rindieron la evaluación final y ¡aprobaron todos! 

Amé re descubrir el Libro de Mormón este año. Pude profundizar en el carácter de algunos personajes, que quizás había pasado por alto en 2014. Mi admiración por ellos creció. Para mí, como lo dije en distintas ocasiones, leer el Libro de Mormón en Seminario fue como hacer un viaje, un recorrido en el que los nefitas y lamanitas de la antigua América cobraron vida y, por lo menos por una hora de martes a viernes, "visitaron" nuestra salón.  




¿Les gustaría recorrer conmigo un poquito de lo que compartimos y aprendimos juntos los jóvenes y yo?




Y pensar que en éste post del año pasado no sabía adonde me necesitaría el Señor 😂.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

¿No quiero esos milagros para mí?

¡¡Lectores!! ¿¿Saben qué?? Hoy se cumplen 2 años y 1 día desde que empecé a escribir este blog. ¡Wow! ¡¡No lo puedo creer!! Gracias a todos aquellos que alguna vez me han leído y a los que todavía siguen por acá.


Después de esta breve introducción, prosigo. En mi última entrada les comenté de la invitación que el presidente Nelson les extendió a todas las mujeres de la Iglesia. Si no recuerdan de qué se trata, pueden refrescar la memoria  👉acá👈.

Igual, como soy buenita 😜, les cuento que la primer invitación consistía en ayunar de las redes sociales por diez días y la segunda, en leer el Libro de Mormón y terminarlo antes de fin de año. 

El presidente Nelson dijo:

"El efecto de su ayuno de 10 días podría sorprenderlas. ¿Qué notan después de tomarse un descanso de las perspectivas del mundo que han ido dañando su espíritu? ¿Hay algún cambio en lo que ahora desean dedicar su tiempo y energía? ¿Han variado algunas de sus prioridades, aunque sea un poco? Les insto a anotar y a seguir cada una de las impresiones que reciban."



¿Mi apreciación? Sí, puedo decirles que noté un cambio en mí durante y después de este segundo ayuno virtual (el primero fue con los jóvenes de seminario, cuando el profeta les hizo la invitación de ayunar de las redes sociales por siete días, en junio de este año). Reduje el uso de youtube (me encanta ver películas, series, etc., pero estaban dañando mi espíritu de una forma tan sutil que no me daba cuenta. En sí no son malas, pero eran una distracción) y usé ese tiempo de formas mas productivas y beneficiosas. 

En cuanto  a la segunda invitación, empecé un Libro de Mormón nuevito, para poder marcar cada versículo en donde se haga referencia al Salvador. Ya voy por Alma 19.

Acá les dejo un video para que vean que casi desde el principio podemos encontrar referencias a Jesucristo 👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇



Como pueden observar, casi cada página esta marcada o resaltada de alguna manera, lo que ayuda  a "visualizar" que el Libro de Mormón "habla de Jesucristo, se regocija en Jesucristo y predica de Jesucristo" (2 Nefi 25: 26). Verdaderamente el Libro de Mormón es otro testamento (testigo) del Salvador.

Las promesas por estudiar el Libro de Mormón de la manera que pidió el presidente Nelson son "acercarnos más al Señor" y ver "cambios, incluso milagros" en nuestras vidas.





¡Me apunto! ¿Y ustedes?