Este fin de semana los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días volvimos a recibir el llamado del Señor de mantenernos en la senda de los convenios.
Algunas de las palabras y frases que se repitieron en los distintos discursos se relacionaron son:
- un cambio de corazón/arrepentimiento;
- la asistencia al Templo;
- el servicio al prójimo;
- los milagros;
- lo importante que somos para Dios, ya que todos somos Sus Hijos.
En lo personal, recibí respuestas a varias preguntas que tenía y tomé la determinación (una vez más, ya que las batallas que uno libra a lo largo del año, desaniman y los discursos de la Conferencia General son esa brújula, ese faro, ese recordatorio que se necesita para volver a fortalecer las manos caídas y las rodillas debilitadas) de aceptar el llamado. Tengo un testimonio personal de la veracidad de este Evangelio (por muchas experiencias vividas desde que fui bautizada en la Iglesia, hace un poco más de catorce años) como para "irme" ahora (Juan 6: 67). Lo que más me alegra es que, en este camino, me acompañan mis dos hijos. Y aunque el anhelo de mi corazón no se cumplió todavía, sé que algún día veré ese milagro porque el Padre Celestial me lo prometió.
¿Querés saber más? En próximas publicaciones iré compartiendo extractos de los discursos de la Conferencia General. ¿Quien te dice? A lo mejor, encontrás eso que hace rato estás buscando y no sabías donde encontrarlo.