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domingo, 3 de febrero de 2019

De Seminario a la Primaria, sin escalas





Y sí, como más o menos adelanta el titulo de este post, fui relevada de Seminario, después de ¡5 años! Pero dos semanas después se me extendió el llamamiento de ¡Presidenta de Primaria! ¡Y yo que pensaba que iba a poder asistir a las clases de escuela Dominical y de Sociedad de Socorro por un largo, largo tiempo!  (Supe de este nuevo llamamiento el 20 de enero pero hoy fue mi primer día "oficial" con los niños. ¿Por qué no se los conté antes? Me daba flojera ) ¡La verdad no me lo esperaba! Sentí que sería un gran desafío para mí pero decidí dar ese gran salto de fe y aquí estoy.

Les confieso algo? Me sentía un poco como Eliseo cuando Elías le iba a pasar el manto (salvando las distancias) porque la anterior Presidenta hizo una excelente labor en la organización. 

"¿Y ahora? ¿Estaré a la altura?¿Seré capaz de lograrlo? ¿Me aceptaran los niños? ¿Y sus padres? Hay que supervisar las clases, ayudar a mantener la reverencia en niños que van de los dieciocho meses a los once años; hacer visitas; planificar actividades, salidas, cumpleaños, la presentación Sacramental de la Primaria, etc, etc... ¡¡¡¡Ahhhh!!!"(Aclaro: en esta labor se tiene la ayuda de consejeras y maestros).

Algunas de las escrituras que leí y calmaron mis temores 



Ésta es mi favorita. Digamos que la hice mi lema.



Mas allá de mis temores sé que este llamamiento vino en el momento justo y que es una respuesta del Padre Celestial  a mis oraciones. Si se acuerdan, en éste post les conté de una meta que tengo para este año. Para llegar  a cumplirla, entre otras cosas, debo volverme como una "niña pequeña".
"Porque el hombre natural es enemigo de Dios, y lo ha sido desde la caída de Adán, y lo será para siempre jamás, a menos que se someta al influjo del Santo Espíritu, y se despoje del hombre natural, y se haga santo por la expiación de Cristo el Señor, y se vuelva como un niño: sumiso, manso, humilde, paciente, lleno de amor y dispuesto a someterse a cuanto el Señor juzgue conveniente infligir sobre él, tal como un niño se somete a su padre." (Mosiah 3: 19)
¿Qué mejor ayuda de los cielos que estar entre los mismos niños y aprender de ellos?