En la Iglesia nos alientan a que llevemos registros de nuestras vidas. ¿Para qué? Para que, cuando hayan pasado unos años, podamos leerlos y comparar la persona que eramos en ese entonces y la que somos en la actualidad, y midamos nuestro progreso. Otra razón es para que nuestra posteridad tenga un recuerdo de quienes fuimos. En cuanto a esto, y para poder escribir este post, me puse a hojear mi diario de papel y la verdad, los párrafos que leí me hicieron lagrimear. Por ejemplo, recordé que ya tenia un testimonio de la Iglesia antes de ser bautizada. Y que, con mi esposo, tomamos la decisión de tener otro hijo (antes éramos de la idea de tener solo uno. Supongo que el estar en la Iglesia y el saber que, en el Plan del Padre Celestial, los hijos son muy importantes tuvo influencia en mí e, indirectamente, en mi esposo 😉). Ese otro hijo resultó ser Benjamín, nuestro tesoro y bendición.
Siempre fui de escribir en diarios (no diarios en sí, sino cuadernos). De adolescente, tuve uno pero se perdió. Cuando tuve a mi hijo mayor lleve un diario, también, pero mas bien giraba en torno a él: las visitas a la pediatra, si subía o bajaba de peso, su alimentación, paseos, vacunas, primeras gracias; en fin, todo lo que tuviera que ver con mis experiencias, cambios y preocupaciones como madre primeriza.
En este diario (el virtual) trato de escribir mis experiencias cotidianas y, de vez en cuando, me gusta compartir mis creencias como miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. En el otro, el diario de papel (en realidad, ya voy por el tercero desde que me bauticé, allá por noviembre de 2007), plasmo mucho de mis experiencias, reflexiones e impresiones espirituales (no faltan tarjetitas, asignaciones de discurso y alguna que otra carta de algún ex misionero, entre otras cosas, que le dan a mi diario ese "toquecito" de color).
Mis diarios. |
Ahora que lo pienso, me siento un poquito como Nefi, con sus dos juegos de planchas 😂:
"...por lo tanto, estas planchas son mayormente para el ministerio; y las otras son principalmente para el reinado de los reyes, y las guerras y contenciones de mi pueblo." (1 Nefi 9: 4)