> Diario de Abish: Ser maestra de Seminario: ¡Toda una aventura!

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lunes, 13 de marzo de 2017

Ser maestra de Seminario: ¡Toda una aventura!

¡¡¡Hola!! He estado bastante ocupada en estos días que pasaron, ya que empezaron las clases de Seminario en mi barrio. 

Preparar las clases me toma bastante tiempo. Usualmente, las preparo los domingos (son cinco clases que debo dar en cuatro días, de martes a viernes) y cada día, temprano en la mañana, las repaso y modifico según las impresiones del Espíritu Santo. Para la tarde, dejo los detalles: fotocopias, afiches, copias manuscritas, etc., que usaré en la clase.

Al principio, cuando recién empecé en Seminario preparaba mis clases desde el manual. Era tedioso, si,  volver a reformular las preguntas, resumir, etc., en los márgenes del manual con birome o lápiz.

Con el tiempo, hice de la tecnología mi aliada y empece a preparar las clases desde la página web. Es copiar y pegar. ¡Es mucho mas fácil y me agilizó bastante la tarea! ¡¡¡Yeeaaahhh!!! 😃


Mis principales materiales de estudio este año.


La primer semana de clases fue mas que satisfactoria, con la asistencia de siete alumnos (aunque no todos asistieron todos los días).

Hasta ahora vimos una introducción al Nuevo Testamento, el Plan de Salvación, La función del Alumno y el Estudio de las Escrituras, mas las primeras dos clases del Dominio de la Doctrina (un programa que se incluye este año para que los alumnos estén mejor preparados para contestar preguntas e inquietudes propias y de otros en cuanto al Evangelio).

Algunos de mis alumnos:







En resumen: ser maestra de seminario es desafiante (no estudié para ser maestra, aunque estoy siendo capacitada por el Maestro de Maestros), es agotador aveces (llego a casa, ceno y poco después el sueño me vence. ¡Eso no me pasaba antes de ser maestra!😪) pero ¡es tan gratificante! Aprendo a la vez que enseño, conozco a los jóvenes e interactúo con ellos mas allá del aula. ¡Es toda una aventura! 

Esta aventurera se despide de ustedes por ahora. Es de noche en este momento. Me voy a cenar. ¡Que descansen!