"Sumérjanse en la gloriosa luz de la Restauración", pidió el Presidente Nelson, allá por octubre de 2019. En abril de 2020 él mismo daba a conocer al mundo un documento, una proclamación, que testificaba sobre la misión divina de Jesucristo y la realidad de la Primera Visión, acontecimiento que dio inicio a la Restauración del Evangelio tal y como el mismo Señor lo había establecido entre Sus primeros discípulos. En 2021, desde el Ven Sígueme, tuvimos la oportunidad de estudiar, de manera detallada, Doctrina y Convenios, una serie de revelaciones recibidas por los santos de los últimos días en los inicios de la Iglesia. Lamentablemente, aquella vez, no llevé un registro de mi lectura personal.
Este 2025 la experiencia de explorar ciento treinta y ocho maneras (más dos) de escuchar la voz del Señor se repite, y yo me siento más comprometida a "sumergirme" en la revelación moderna. De hecho, estando en el Templo, leí la priera sección de DyC, la cual representa "el prefacio del Señor de las doctrinas, los convenios y los mandamientos que se han dado en esta dispensación." Sus amonestaciones y advertencias pueden parecer duras, al principio, pero, si se las estudia con detenimiento no encontrará en ellas otra intención más que la de un Padre amoroso que busca la salvación de las almas de todos Su hijos.
"Escuchad, oh pueblo de mi iglesia... Escuchad, pueblos lejanos; y vosotros los que estáis sobre las islas del mar... [O]igan todos los que quieran oír: [Y]o, el Señor, sabiendo las calamidades que sobrevendrían a los habitantes de la tierra, llamé a mi siervo José Smith, hijo, y le hablé desde los cielos y le di mandamientos; y también a otros di mandamientos de proclamar estas cosas al mundo; y todo esto para que se cumpliese lo que escribieron los profetas: Lo débil del mundo vendrá y abatirá lo fuerte y poderoso, para que el hombre no aconseje a su prójimo, ni ponga su confianza en el brazo de la carne; sino que todo hombre hable en el nombre de Dios el Señor, el Salvador del mundo; para que también la fe aumente en la tierra; para que se establezca mi convenio sempiterno; para que la plenitud de mi evangelio sea proclamada por los débiles y sencillos hasta los cabos de la tierra, y ante reyes y gobernantes... [E]stos mandamientos... se dieron a mis siervos en su debilidad... para que cuando errasen, fuese manifestado; y para que cuando buscasen sabiduría, fuesen instruidos; y para que cuando pecasen, fueran disciplinados para que se arrepintieran; y para que cuando fuesen humildes, fuesen fortalecidos y bendecidos desde lo alto, y recibieran conocimiento de cuando en cuando... [E]l que se arrepienta y cumpla los mandamientos del Señor será perdonado... porque no hago acepción de personas." (DyC 1: 1, 11, 17-28, 32, 35)
Paralelamente, fui consultando "Las cinco preguntas de William McLellin", capítulo de Revelaciones en contexto, para entender mejor en qué circunstancias se recibió esa "primera" revelación.
El estudio del Ven Sígueme de este año se complementa con una aplicación que ya conocía pero a la que no le había agarrado la mano, hasta ahora: We Believe. Excelente para cuando uno va viajando o, simplemente, para ver algo diferente en los momentos de relax.