Uno a uno, fueron llegando. La cita era a las 11 de la mañana.
Las hermanas colaboraron con los alimentos (también hubo sándwiches , rosquitas y bizcohuelo. ¡Doy fe! 😃).
Antes del almuerzo, hubo un juego. Los jóvenes, con los ojos vendados, pasaron al salón cultural. A través de las voces que los iban guiando, tenían que encontrar la "barra de hierro" (una soga laaarga jeje 😊) y tenían que avanzar, aferrados a ella. A lo largo de la soga pusimos algunos "obstáculos" Algunas "voces" convincentes y disuasivas trataban de que se distrajeran y tropezaran con esos "obstáculos", mientras que otras, trataban de que no prestaran atención a las distracciones y siguieran avanzando, sin soltarse de la "barra".
Cuando todos llegaron a la "meta", se quitaron las vendas y vieron que habían llegado al "árbol de la vida" (en realidad me vieron a mí, sosteniendo una lámina de la visión de Lehi 😏).
La intención de este juego fue que experimentaran un poquito como las distracciones y las tentaciones pueden desviarlos del verdadero camino, que es el Evangelio de Jesucristo. Y el objetivo de Seminario es, precisamente, que no se desvíen de ese camino sino que "entiendan y confien en las enseñanzas y en la expiación de Jesucristo, que se hagan merecedores de las bendiciones del templo y que se preparen ellos mismos, a su familia y a los demás para la vida eterna con su Padre Celestial." (Objetivo de Seminarios e Institutos de Religión)
Después vimos dos videos relacionados con Seminario.
Y, para finalizar, el almuerzo.
Fue una hermosa actividad. Y un preámbulo de lo que va a ser Seminario el resto del año: jóvenes y jovencitas, con un firme testimonio de Jesucristo y de Su evangelio, que se están esforzando por elegir siempre el mejor camino y por "permanecer en lugares santos" (Doctrina y Convenios 87:8).