Primero, fuimos a la escollera sur:
Pensar que en el 2011, toda la familia (¡¡¡sí, con nuestros dos hijos!!!) hicimos el recorrido de la escollera, que se adentra dos kilometros y medio, aproximadamente, en el mar, a pie. Recuerdo que, del otro lado del paredón, se escuchaban las olas golpeando fuerte contra las piedras... Me daba miedito eso 😩.
Acá está la prueba 😁 (de que caminamos esos kilómetros, no del miedito 😄):
De camino, vimos la reserva de lobos marinos (versión 2011):
Algo que también recuerdo (¿o será mi imaginación?) es que cuando fuimos en el 2011, había una valla para que la gente no pasara pero era baja y este año era un alambrado alto.
De los lobos marinos este año fotos no saqué pero si filmé. Si les interesa y quieren verlo, pronto lo subiré a mi canal de Youtube 😝.
En la época que vinimos (2011), había lugares para comer:
En el extremo de la escollera se encuentra el monumento a San Salvador, el patrono de los pescadores.
Bueno, al ir este año no encontramos ninguno de los comercios de aquella época. ¡Una pena! Igual se disfruto del paseo y del paisaje:
Y estas, versión 2011:
Éste 2018 el timón ¡no estaba! |
Las fotos de las lanchas unas auténticas postales ¿no les parece?
Acá estamos en la Rotonda Del Golf, desde donde se tiene una hermosa vista panorámica de la ciudad, y hasta donde arrastré a mi esposo y a mi hijo para sacar fotos 😊:
Volvimos al camping solo para comer y seguimos nuestra travesía, esta vez a la zona de los Acantilados. Lindas playas, amplias, tranquilas... (Cuando llegamos, Benja dijo que quería volver al día siguiente y casi, casi nos quedamos un día más pero después se arrepintió 💆 Ommmmm)
Cuando fui con mi papá en el 96 habíamos querido llegar hasta los Acantilados por la playa. Desde el camping podían verse. Empezamos a caminar, caminar y caminar... Pero los Acantilados seguían viendose lejos así que desistimos y desandamos el camino. Resulta que están mas o menos a 4 km., del camping.
Fue un día intenso ¿no? ¡Así me gustan las vacaciones! Y a mi familia no le queda otra, que seguirme los pasos 😂😂.
Nota: éste fue nuestro último día en Mar del Plata. El jueves volvimos a casa. Poquitos días pero alcanzaron para recargar pilas para el resto del año. Igual, les confieso, mi alma (mientras escribo este post) pide: ¡Camping! ¡Camping!