> Diario de Abish: enero 2018

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martes, 30 de enero de 2018

¿Verdaderamente es tan malo ser ama de casa?

No es novedad que para muchos, en la sociedad actual, ser ama de casa es una carga; algo que se es porque no queda otra (y no por elección) y que representa un desprestigio, o un retroceso, para la mujer y el rol que ocupa en la sociedad. ¿Verdaderamente es tan malo ser ama de casa?

Reflexioné en el término ama de casa. Para empezar, un amo, en términos sencillos, es el dueño de algo ¿no? Y ese amo puede decidir sobre ese algo que es de su propiedad. Bueno, trasladándolo a la mujer, una ama de casa es la dueña y señora de su casa, y tiene poder y autoridad sobre la misma. Una ama de casa no es una esclava del hogar sino todo lo contrario; tiene plena libertad para tomar decisiones sobre cómo se debe llevar adelante su casa, su hogar. ¿No es un privilegio eso? 

Quizás algunos digan que una mujer que es ama de casa pierde la oportunidad de realizarse personal y profesionalmente, que sus aspiraciones se ven anuladas por el solo hecho de ser esposa y madre. A la luz del Evangelio, podemos ver que no es así.



En el relato de María y Marta, sabemos que Marta "se preocupaba con muchos quehaceres" (Lucas 10:40); es decir, era una ama de casa eficaz. En su afán por atender a Jesucristo, le preocupó que su hermana, María, no la ayudara, a lo que Jesucristo le respondió que ella (María) había elegido "la buena parte, la cual no le sería quitada" (Lucas 10: 42).

Seguramente, María también era una ama de casa eficaz pero en ese momento, a los pies del Salvador, buscó conocimiento y entendimiento en cuanto a su propósito en la Tierra, a su potencial como hija de Dios. El Señor mismo la estaba alentando a cultivarse personal y espiritualmente, a aspirar a algo mas elevado, sin desmerecer su rol de ama de casa.



Otro relato que me gustó mucho, entre tantos otros, es el de una "...mujer llamada Lidia, que vendía púrpura, de...Tiatira..." (Hechos 16: 14). Ella escuchó a Pablo predicar  y "...fue bautizada, junto con su familia..." (Hechos 16: 15).

En mi estudio aprendí que la "púrpura" que vendía Lidia era  una  "tintura púrpura, que era muy costosa, y que probablemente indicaba que era una mujer de riquezas e influencia" (Guía de estudio del Nuevo Testamento para alumnos del curso de estudio individual supervisado de seminario).

Como vemos, tenemos a una mujer que era comerciante, es decir, integraba la fuerza laboral de la época  y, a la vez, era ama de casa. Lo sabemos por propia boca de Pablo que dice:  "Y cuando fue bautizada, junto con su familia, nos rogó, diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa y quedaos; y nos persuadió." (Hechos 16: 15)

El ser ama de casa, repito, no anula nuestra personalidad, ni potencial ni aspiraciones.




En Proverbios 10 encontramos a una mujer que "trabaja con sus manos" (versículo 13), "se levanta siendo aún de noche y da comida a su familia" (versículo 15), "aplica sus manos a la rueca, y sus dedos toman el huso" (versículo 19) y "considera la marcha de su casa" (versículo 27), entre otras cosas ; pero, al mismo tiempo "hace ropa de lino y la vende, y entrega cintos al mercader" (versículo 24). Su faceta de ama de casa y su realización personal, a través del trabajo, no son incompatibles.

Tampoco lo son el ser ama de casa y la realización personal a través del estudio. Ésto lo vemos (no podía pasarlo por alto) en las palabras que el Señor le dice a Emma Smith en Doctrina y Convenios 25: "...dedicarás tu tiempo a escribir, y a aprender mucho." 





Mi intención al escribir este post no es generar polémica ni imponer mi punto de vista sino reivindicar a todas aquellas mujeres que, por decisión propia (entre las cuales me incluyo), eligieron "quedarse en casa" y que se esfuerzan a diario por hacer que sus hogares sean un "pedacito de cielo en la tierra". Y digo "se esfuerzan" porque no creo que haya un ama de casa perfecta (y si hay alguna, que me dé la receta 😊). 

Me quedo con ésto (y espero que ustedes, mujeres que me leen, también):


"En estas sagradas responsabilidades, el padre y la madre, como compañeros iguales, están obligados a ayudarse el uno al otro." (La familia: Una proclamación para el mundo)


Así que ya saben: es válido compartir los quehaceres domésticos con el esposo ¿eh? 😜

sábado, 27 de enero de 2018

"Pies inquietos" en Mar del Plata (día 3)

Nuestro tercer día (miércoles) en Mar del Plata ¡¡sí que le hizo honor al título del blog!! (decidimos volver a casa al día siguiente así que queríamos aprovecharlo al máximo). 





Primero, fuimos a la escollera sur:






Pensar que en el 2011, toda la familia (¡¡¡sí, con nuestros dos hijos!!!) hicimos el recorrido de la escollera, que se adentra dos kilometros y medio, aproximadamente, en el mar, a pie. Recuerdo que, del otro lado del paredón, se escuchaban las olas golpeando fuerte contra las piedras... Me daba miedito eso 😩.

Acá está la prueba 😁 (de que caminamos esos kilómetros, no del miedito 😄):




De camino, vimos la reserva de lobos marinos (versión 2011):









Algo que también recuerdo (¿o será mi imaginación?) es que cuando fuimos en el 2011, había una valla para que la gente no pasara pero era baja y este año era un alambrado alto.

De los lobos marinos este año fotos no saqué pero si filmé. Si les interesa y quieren  verlo, pronto lo subiré a mi canal de Youtube 😝.

En la época que vinimos (2011), había lugares para comer:






En el extremo de la escollera se encuentra el monumento a San Salvador, el patrono de los pescadores.









Bueno, al ir este año no encontramos ninguno de los comercios de aquella época. ¡Una pena! Igual se disfruto del paseo y del paisaje:









Dejamos atrás la escollera y fuimos al puerto. Acá les dejo las fotos:












Y estas, versión 2011:




Éste 2018 el timón ¡no estaba!










Las fotos de las lanchas unas auténticas postales ¿no les parece?

Acá estamos en la Rotonda Del Golf, desde donde se tiene una hermosa vista panorámica de la ciudad, y hasta donde arrastré a mi esposo y a mi hijo para sacar fotos 😊:










Volvimos al camping solo para comer y seguimos nuestra travesía, esta vez a la zona de los Acantilados. Lindas playas, amplias, tranquilas... (Cuando llegamos, Benja dijo que quería volver al día siguiente y casi, casi nos quedamos un día más pero después se arrepintió 💆 Ommmmm)



















Cuando fui con mi papá en el 96 habíamos querido llegar hasta los Acantilados por la playa. Desde el camping podían verse. Empezamos a caminar, caminar y caminar... Pero los Acantilados seguían viendose lejos así que desistimos y desandamos el camino. Resulta que están mas o menos a 4 km., del camping.

Fue un día intenso ¿no? ¡Así me gustan las vacaciones! Y a mi familia no le queda otra, que seguirme los pasos 😂😂.

Nota: éste fue nuestro último día en Mar del Plata. El jueves volvimos a casa. Poquitos días pero alcanzaron para recargar pilas para el resto del año. Igual, les confieso, mi alma (mientras escribo este post) pide: ¡Camping! ¡Camping!

viernes, 26 de enero de 2018

"Pies inquietos" en Mar del Plata (día 2)

¡Hola, lectores! La verdad, no sabía bien cómo empezar este post. Nuestro segundo día en Mar del Plata fue como una montaña rusa. Hubo risas, diversión pero también algunos enojos y diferencias de opinión. Nada grave ¿En que familia-de-vacaciones-con-un-niño-de ocho-años no pasa? Lo bueno es que, al final, todos hicimos las paces 👪.





¿Ven por que es tan importante recurrir  a la Oficina de Turismo para conocer las opciones de actividades que ofrece una ciudad o pueblo cuando se viaja? Ya con folletos, mapas, etc., es más fácil planificar adonde ir, qué visitar cada día, de acuerdo a las edades (aunque nuestras vacaciones desde el vamos fueron pensadas en torno a nuestro peque).  





Algo que me decepcionó: en la Oficina de Turismo (y eso que fui a la que aparece en la foto de arriba y a otra, que está en la costanera) solo me dieron esta Guía de Actividades 👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇👇:




Si bien es muy completa (dentro hay actividades culturales, recreativas, infantiles; incluso ¡"Paseos para gente inquieta"!, como yo, en vacaciones 😍), esperaba que me llenaran de folletería 😃. ¡Que se yo! En otros lugares que fuí, lo hicieron.

Antes de volver al camping, dimos una vuelta por la costanera y, como no podía ser de otra manera nos sacamos fotos en el monumento emblema de Mar del Plata (¿¿quién no posó al lado de los lobos marinos que están a la entrada de la rambla??)








De vuelta en camping (en la foto, un poquito del mar, que se puede ver desde algunos sectores):




Nuestra parcela, nuestra carpa ❤❤❤:




El segundo día me maté cocinando 😌 (la verdad, cociné muy poco, casi nada. Casi, casi convenía mas comprar en el restaurante. Éramos tres solos y nos quedamos poquitos días):






Mientras, ellos jugaban a la paleta:




A la tarde un poco de playa (aunque yo, la verdad ya ni me meto al mar):






Y después, una vuelta por el faro, que queda a unos pasos del camping:




Me acuerdo que allá por el 96, cuando fui con mi papá a Mar del Plata, pudimos ascender al faro (hay fotos pero ¡vaya a saber dónde! Si las llego a encontrar las escaneo y subo). Ésta vez no pudimos: el faro está cerrado al público. Lo que sí hay es un museo. Aclaro: el faro todavía funciona.

Ya de noche, en la carpa, antes de irnos a dormir, jugando a la casita robada con Benja (es algo que les recomiendo: llevar un mazo de cartas u otros juegos para que los peques de la familia no se aburran tanto ni estén pendientes del celular en vacaciones):






Hasta acá nuestro segundo día en Mar del Plata. Espero que les haya gustado. A mí me encantó prepararlo para ustedes. ¿Nos vemos en el siguiente post?