Experiencias cotidianas de una miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, esposa, madre y ama de casa con alma de escritora.
Ayer, en nuestra Noche de Hogar tratamos los siguientes temas: Entender lo que significa ser un verdadero amigo y Hacer y conservar amigos (ambas lecciones las saqué de la página 193 del Manual de Sugerencias para la Noche de Hogar). Cada lección tenía un relato. Después de cada relato analizamos lo que significa ser un verdadero amigo y que debemos hacer para tener amigos. Inicialmente, el tema iba a ser otro pero algo que pasó con un compañero de mi hijo menor en el colegio me hizo cambiar de idea. Según supe, el compañero de mi hijo está siempre solo en los recreos, nadie quiere jugar con él ni lo incluye. Cuando volvíamos del colegio con Benjamín, hablamos un poco de cómo podría estar sintiéndose este niño y de lo que haría Jesucristo en esa situación. Sentí la inspiración de continuar el tema en la Noche de Hogar. La conclusión final (que vale también para mí ¿eh? 😉) fue la siguiente:
La idea de este post surgió después de una conversación que tuve con una muy buena amiga de otra religión. Entre otras cosas, hablamos de lo que está sucediendo últimamente en el mundo (puntualmente, del terremoto en México y de los huracanes en EE.UU y en el Caribe, que ocasionaron perdidas materiales y muchísimas victimas fatales). Muchas personas, ante acontecimientos como los desastres naturales, los desafios de la vida mortal y la muerte se sienten desorientadas, temerosas y hasta se enojan con Dios. Se preguntan cómo puede ser que Él permita que todas estas cosas les pasen a la gente buena. Y no quieren (o no pueden) entender las explicaciones o razonamientos que uno les pueda brindar desde la perspectiva del Evangelio. A mi amiga le pasó que no supo que palabras decir ante el corazón afligido de una persona de su congregación. En ese momento se sintió inspirada a abrazar a esa persona, sin agregar nada más. (Mas tarde pudo orar y recibió la confirmacion de que lo que habia hecho era lo único que podía hacer por esa persona en ese momento.) Mientras nuestra conversación continuaba, vinieron a mi mente varias escrituras, que compartí con ella. (Creo firmemente en el poder de las Escrituras para ayudar a las personas a hallar respuestas a sus preguntas.)
"Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto enteramente instruido para toda buena obra." (2 Timoteo 3: 16-17)
Cuando no sabemos que decir en determinados momentos no hay nada mejor que buscar en las escrituras porque "...la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, y las coyunturas y los tuétanos..." (Hebreos 4:12) Gracias a las Escrituras sabemos que las cosas que están pasando han sido profetizadas y, por lo tanto, no nos tienen que tomar por sorpresa:
"...Se levantará nación contra nación y reino contra reino;y habrá grandes terremotos y, en varios lugares, hambres y pestilencias; y habrá cosas terribles y grandes señales del cielo." (Lucas 21: 10-11)
"...después... viene
el testimonio de terremotos que causarán gemidos en el centro de la
tierra, y los hombres caerán al suelo y no podrán permanecer en pie.
Y
también viene el testimonio de la voz de truenos, y la voz de
relámpagos, y la voz de tempestades, y la voz de las olas del mar que se
precipitan allende sus límites.
Y todas las cosas estarán en conmoción..." (Doctrina y Convenios 88: 89-91)
"...principios de dolores serán estos." (Marcos 13: 8)
A causa de estos acontecimientos y de que "... en los posteros días... habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a sus padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, sin dominio propio, crueles, aborrecedores de lo bueno,traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los deleites más que de Dios..." (2 Timoteo 3: 1-4), "...el amor de muchos se enfriará" (Mateo 24: 12) y "... desfallecerá el corazón de los hombres, porque el temor vendrá sobre todo pueblo." (Lucas 21:26)
A esta altura el panorama descrito en las Escrituras parece atemorizante ¿verdad? ¿Cómo conservar la calma y tener una perspectiva positiva en tales circunstancias? El Señor no nos dejó solos, sin ayuda a la que podamos acudir en momentos de necesidad. Él nos dice: "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre... No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros... La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo" (Juan 14: 16, 18, 27). También, dice: "En el mundo tendréis aflicción. Pero confiad; yo he vencido al mundo." (Juan 16: 33)
En verdad, las Escrituras son una gran fuente de poder, fortaleza y consuelo en estos tiempos tan tumultuosos. Si las leemos, estudiamos y meditamos en sus enseñanzas, estaremos escuchando la voz misma de Jesucristo hablándonos y, les aseguro, podremos encontrar respuestas a todas nuestras dudas y preguntas.
"Y como la predicación de la palabra... había surtido un efecto más
potente en la mente del pueblo que la espada o cualquier otra cosa que
les había acontecido... Alma consideró prudente que pusieran a prueba la virtud de la palabra de Dios." (Alma 31: 5)
¿Pondrán a prueba la palabra de Dios?
A continuación les dejo un video con las enseñanzas de Jesucristo, contenidas en las Escrituras, de los acontecimientos que sucederán en estos últimos tiempos y de cómo enfrentarlos sin temer:
Hoy me pasó algo que hizo venir a mi mente la sig cita: "Las decisiones que tomamos determinan nuestro destino." (Lo dijo el presidente Monson.) Mientras volvíamos con mi esposo y mi hijo de una cita con el médico, decidí pasar por la casa de una vecina para saludarla y cobrarle unos productos que me había encargado (vendo productos cosméticos). Podria haber pasado más tarde u otro día pero decidí hacerlo hoy. Mientras conversaba con Dolores, mi vecina, pasaron los misioneros y al verme se detuvieron. Hablaron brevemente con ella y quedaron en pasar en otro momento. Ella tiene muchos problemas de salud desde hace veinte años y no le encuentran una cura. Anteriormente yo le había hablado de los misioneros y que ellos podían darle una bendicion de salud si ella así lo deseaba. Hoy se lo volví a recordar. Sé que ninguna de las decisiones que tomamos es fortuita y, efectivamente, como dijo el presidente Monson, nuestras decisiones sí determinan nuestro destino (y el de los demás). No sé en que derivará esto que pasó con Dolores hoy pero sé que por "cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas" (Alma 37:6) y que con mis pequeñas, pequeñísimas decisiones diarias estoy poniendo "los cimientos de una gran obra." (Doctrina y Convenios 64: 33) Aunque haya pasado por mi vecina por una cuestión, aparentemente, temporal como el cobrar unos productos cosméticos que le había vendido.
Almuerzo con los misioneros. En La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días nos turnamos para darle el almuerzo a los misioneros (ellos salen temprano de su pensión y caminan mucho, hasta entrada la noche para predicar el Evangelio. Darles el almuerzo es una manera de ayudarlos en su ministerio). A mi me toca el tercer viernes de cada mes. Hoy les cociné pollo asado con arroz blanco y queso. De postre, manzana. ¿Quiénes son estos jóvenes que apartan dos años de su vida, dejando su hogar, familia, amigos, etc., para predicar el Evangelio de Jesucristo? (Muchos vienen de otros países y tienen que aprender un idioma y costumbres nuevos. ¿Cómo se sentirían ustedes en la situación de ellos?)
"¿Por qué esos jóvenes y jovencitas han decidido ponerse sus mejores
ropas e ir por dos años de un lado para el otro a lugares desconocidos
del mundo? La Iglesia del Señor siempre ha sido una iglesia de
misioneros. Del mismo modo que Jesucristo y Sus discípulos predicaron el
Evangelio, más de 84.000 misioneros de La Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos días también difunden Su palabra en la actualidad.
A ellos se les llama para predicar el evangelio de Jesucristo en todas
partes del mundo. La mayoría de los misioneros tienen unos 20 años de
edad, aun cuando muchos de ellos son matrimonios mayores que han
escogido prestar servicio. Los misioneros ponen voluntariamente de lado
los estudios, el trabajo y el salir en pareja, por dos años, con el fin
de servir al Señor pagándose sus gastos. La comunicación con la familia se limita sólo a cartas o correos
electrónicos y a llamadas telefónicas muy esparódicas para que puedan
dedicarse plenamente a servir al Señor y a la gente en el lugar que
prestan servicio. Durante los dos años de servicio de tiempo completo se
dedican a estudiar [el Evangelio], a reunirse con las personas y a
enseñar acerca de Jesucristo y Su Iglesia restaurada. Su labor es una
obra de amor y la mayoría de los misioneros terminan con un sentimiento
de que ellos han ganado más que el servicio que han brindado." (Mormon. org)
¡¡¡Sí!!!! Mi hijo mayor participó ayer de la Noche de Hogar con Benja y conmigo. El único inconveniente fue que lo hicimos un poco tarde y Benja ¡¡¡se dormía sentado!!! Fue una Noche de Hogar cortita (dada la hora). Vimos dos videos que no sumaban entre los dos diez minutos pero fue muy edificante porque aprendimos sobre la importancia de leer el Libro de Mormón. En la Conferencia General de abril, el presidente Thomas S. Monson nos alentó a que leamos el Libro de Mormón y que si no lo estábamos haciendo, empezáramos a hacerlo para recibir las bendiciones prometidas (con Benja leemos cada día aproximadamente un capítulo; vamos por 2 Nefi 18). Aquí les dejo los videos:
Día 11 desde que Benja empezó su proyecto escolar y así están algunas semillas (algunas no germinaron).
El ver, día a día, el "crecimiento" de estas semillas me hizo recordar lo que las Escrituras enseñan en cuanto a la fe:
"Compararemos, pues, la palabra a una semilla. Ahora bien, si dais lugar para que sea sembrada una semilla en vuestro corazón, he aquí, si es una semilla verdadera, o semilla buena, y no la echáis fuera por vuestra incredulidad,
resistiendo al Espíritu del Señor, he aquí, empezará a hincharse en
vuestro pecho; y al sentir esta sensación de crecimiento, empezaréis a
decir dentro de vosotros: Debe ser que esta es una semilla buena, o que
la palabra es buena, porque empieza a ensanchar mi alma; sí, empieza a
iluminar mi entendimiento; sí, empieza a ser deliciosa para mí." (Alma 32: 28)
"Y dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe.
Entonces el Señor dijo: Si tuvieseis fe como un grano de mostaza, diríais a este sicómoro: Desarráigate y plántate en el mar; y os obedecería." (Lucas 17: 5-6)
"Y decía: ¿A qué haremos semejante el reino de Dios? ¿O con qué parábola lo compararemos? Es como el grano de mostaza que, cuando se siembra en tierra, es la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra; mas después de sembrado, crece y se hace la mayor de todas las hortalizas, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo pueden morar bajo su sombra." (Marcos 4: 30-32)
Mientras escribía esto sentí la inspiracion de llamar a Benja y, ayudándome de su proyecto, conversamos en cuanto a las semillas que habían germinado y como podíamos relacionarlo con la fe de las personas. Leímos algunas escrituras y compartimos nuestras impresiones en cuanto a lo que debemos hacer para "nutrir" nuestra fe. Como ven, en estas situaciones "informales" tambien podemos enseñarle el Evangelio a nuestros hijos (o a cualquier otro miembro de la famila e, incluso a amigos, si se da la oportunidad).
Jesucristo mismo enseñó "...en situaciones cotidianas e informales: mientras comía
con Sus discípulos, sacaba agua de un pozo o pasaba cerca de una
higuera..." ("Aproveche los momentos espontáneos de enseñanza, Enseñar a la manera del Salvador, 2015)
Si desean saber más en cuanto a la manera de enseñar el Evangelio de Jesucristo a sus hijos (incluyendo las situaciones "informales"), visiten el sig link: