El jueves pasado todo pareció (y enfatizo la palabra pareció) confabularse en mi contra para que mi plan de ir al Templo se viese frustrado. En primer lugar, no encontraba mi recomendación, me faltaban tarjetas de ordenanzas familiares impresas... Aunque, finalmente, aparecieron la búsqueda causó que saliese tarde. Otras cuestiones que sucedieron en el viaje de ida me llenaron de ansiedad porque pensaba que iba a perder mi cita. Pese a todo, llegué y tuve tiempo de realizar la ordenanza que deseaba a favor de uno de los antepasados de mi esposo. De hecho, me sentí ligera, como si los mismos ángeles me llevasen en andas para que cumpliese lo que me había propuesto.
"[J]esucristo [es] la luz que existe en todas las cosas, que da vida a todas las cosas, que es la ley por la cual se gobiernan todas las cosas..." (Doctrina y Convenios 88: 5, 13)
"[L]os que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas..." (Isaías 40: 31)
Al salir, tuve tiempo de registrar estas imágenes y video↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷

