Una de las claves para cumplir con ese objetivo (y contrarrestar las tácticas de Satanás que quiere, a toda costa, impedirlo) es hacer una pregunta especifica al Padre Celestial en oración y, luego, abrir las escrituras en cualquier parte y leer hasta encontrar la respuesta. La hermana Nelson sugería hacer esto por treinta días y ver los resultados.
Bueno, yo me propuse poner a prueba esto (aunque sé que el Señor responde). Nunca debemos desestimar los consejos de nuestros lideres y demás personas inspiradas.
Así que empecé ayer. En realidad, eran tantas las preguntas que tenía (y tengo), que se me hizo difícil decidirme por una. Finalmente, la pregunta fue : "¿Qué quieres que sepa hoy?".
Las escrituras que leí ayer fueron la respuesta a mis preguntas pero el verdadero "milagro", por decirlo de alguna manera, sucedió hoy. Después de terminado mi estudio personal, siguiendo el modelo que dio la hermana Nelson, agarré un libro que hace mucho tengo y al que nunca le había prestado especial atención. Pues resulta que hoy lo empecé, desde la primera pagina, y ya no pude parar de leer.
En sus páginas encontré lo que estaba necesitando. Las palabras de la autora reflejaban exactamente como me vengo sintiendo últimamente y me dio el consuelo de saber
"...y aún así nos quedamos cortas y nos sentimos decepcionadas con nosotras mismas por que no siempre lo hacemos tan bien como podríamos, deberíamos o tendríamos que hacerlo, si se nos diese otra oportunidad. Pero por encima de todo, es importante que usted se conozca a sí misma y yo a mí.
"Cuando en ocasiones tenemos entrevistas privadas con nosotras mismas que nos hacen reflexionar, reconocemos la distancia entre lo ideal y lo real; lo cual nos hace humildes y aumenta en nosotras el deseo de una mejor actuación si se nos concede el don maravilloso de un día mas.Todas anhelamos el reconocimiento final por nuestra labor: 'Bien, buena sierva y fiel'.
Nunca pensé que este libro me iba a resultar tan "delicioso".
El título es "Mi prójimo, mi hermana, mi amiga", y la autora, Ardeth Greene Kapp.
El discurso que me ayudó es este.
Algo que no te conté en cuanto al libro: perteneció a mi hermana, quien falleció hace un tiempo. Estaba en su biblioteca hasta que, llamándome la atención, lo traje a casa. Tenía la intención de leerlo algún día. Pero, como te dije, no lo había abierto hasta ayer. Eso me hace pensar: el libro estuvo "esperándome" hasta un momento mas propicio. El Señor obra de maneras inesperadas y maravillosas, ¿no te parece?
El libro, hasta donde sé, no se consigue acá, en Argentina. Pero, si te interesa, puedo ir subiendo algunas frases. Te aseguro que son realmente edificantes y fortalecedoras.