Cuando en mayo de este año me enteré que iba a hacer su segunda gira por Latinoamérica y empecé a leer los nombres de los países (Guatemala, Colombia, Ecuador..., ¡Argentina!) mi corazón saltó de gozo. Después de la emoción inicial me pregunté dónde estaría, y anhelaba poder ir a verlo. Cuando el lugar se definió (Tecnópolis), pensé algo más o menos como: "Bueno, estoy lejos e invitarán a las estacas de los alrededores. Pero igual podré verlo ya que lo transmitirán vía satélite a las estacas". Luego, supe que tenían prioridad los jóvenes, y me alegré. ¡¡Mi hijo tendría la oportunidad de verlo de cerca!!! ¡¡Que gran bendición!!
Pero, la verdad no me esperaba que pudiera ir a verlo personalmente y cuando me dijeron que podría y, para mayor felicidad, mi hijo pequeño también, no pude contener la emoción. Agradecí al Padre Celestial semejante regalo, privilegio y oportunidad.
Te invito querido/a lector/a a que te tomes un tiempo y hagas un recorrido por las escrituras. Si lo haces sabrás que "no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas" (Amós 3:7); que la iglesia de Jesucristo esta edificada "sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo" (Efesios 2: 20); y que "la plenitud del evangelio de Jesucristo... se dio por inspiración, y se confirma a otros por la ministración de ángeles, y por ellos se declara al mundo; probando al mundo que las Santas Escrituras son verdaderas, y que Dios inspira a los hombres y los llama a su santa obra en esta edad y generación, así como en las antiguas; demostrando por este medio que él es el mismo Dios ayer, hoy y para siempre..." (Doctrina y Convenios 20: 9-12.
¿Te cuento un poco de cómo fue mi experiencia personal con este devocional? Para estar a tiempo de verlo, salimos a eso de 1.30 de la tarde de casa mi hijo pequeño, yo y un grupo de hermanos (mi hijo mayor se fue con los demás jóvenes en micro).
Llegamos a la 3 aproximadamente e hicimos una fila de casi ¡tres horas!
El cansancio se hizo sentir: dolían la cintura y los pies.
Finalmente, entramos.
Todavía tuvimos que esperar un poco más...
¡Pero valió la pena!
¿Qué hubo de especial en esta visita? ¿Por qué la emoción? ¿Por qué el entusiasmo? Los mensajes que escuchamos fueron especialmente para los miembros de esta hermosa tierra que es Argentina. El Señor tenía mucho que decirnos. A través de Su profeta y otros líderes que lo acompañaron, nos brindó respuestas, guía, consuelo y fortaleza. Yo, cuaderno y birome en mano, tomé apuntes de aquellas palabras y mensajes que más me llegaron. Oportunamente los transcribiré en mi otro diario.
Pero, la verdad no me esperaba que pudiera ir a verlo personalmente y cuando me dijeron que podría y, para mayor felicidad, mi hijo pequeño también, no pude contener la emoción. Agradecí al Padre Celestial semejante regalo, privilegio y oportunidad.
Si vos, que me estás leyendo, no sos miembro de la Iglesia, quizás te preguntes "¿Por qué tanto alboroto por la visita de este hombre?". Y he aquí la respuesta: para los que somos miembros, la visita del presidente Nelson es una bendición y un privilegio, como dije más arriba. Él es un profeta del Señor.
"¿Un profeta? ¿Pero los profetas no son algo del pasado?", supongo que dirás y me mirarás con extrañeza. (De seguro leíste o escuchaste nombrar de Moisés, aquel israelita de nacimiento pero criado como egipcio, que liberó a Israel de Faraón, que dividió las aguas del Mar Rojo para que su pueblo pasase por tierra seca y les dio las leyes, los Diez Mandamientos, que Dios le transmitió en el monte Sinaí; o del profeta Isaías, quién profetizó con poder y autoridad sobre Jesucristo, entre otros.)
¿Y si te dijera que el Señor sigue llamando profetas en la actualidad, a través de los cuales nos transmite Su palabra para advertirnos del peligro, guiarnos y hacernos sentir Su amor? ¿Te parece muy descabellado?
"Creemos en la misma organización que existió en la Iglesia Primitiva, esto es, apóstoles, profetas, pastores, maestros, evangelistas, etc." (Artículo de Fe 6)
“Creemos todo lo que Dios ha revelado, todo lo que actualmente revela, y creemos que aún revelará muchos grandes e importantes asuntos pertenecientes al reino de Dios” (Artículo de Fe 9)
Te invito querido/a lector/a a que te tomes un tiempo y hagas un recorrido por las escrituras. Si lo haces sabrás que "no hará nada Jehová el Señor sin que revele su secreto a sus siervos los profetas" (Amós 3:7); que la iglesia de Jesucristo esta edificada "sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo" (Efesios 2: 20); y que "la plenitud del evangelio de Jesucristo... se dio por inspiración, y se confirma a otros por la ministración de ángeles, y por ellos se declara al mundo; probando al mundo que las Santas Escrituras son verdaderas, y que Dios inspira a los hombres y los llama a su santa obra en esta edad y generación, así como en las antiguas; demostrando por este medio que él es el mismo Dios ayer, hoy y para siempre..." (Doctrina y Convenios 20: 9-12.
¿Te cuento un poco de cómo fue mi experiencia personal con este devocional? Para estar a tiempo de verlo, salimos a eso de 1.30 de la tarde de casa mi hijo pequeño, yo y un grupo de hermanos (mi hijo mayor se fue con los demás jóvenes en micro).
Llegamos a la 3 aproximadamente e hicimos una fila de casi ¡tres horas!
El cansancio se hizo sentir: dolían la cintura y los pies.
Finalmente, entramos.
Todavía tuvimos que esperar un poco más...
¡Pero valió la pena!
¿Qué hubo de especial en esta visita? ¿Por qué la emoción? ¿Por qué el entusiasmo? Los mensajes que escuchamos fueron especialmente para los miembros de esta hermosa tierra que es Argentina. El Señor tenía mucho que decirnos. A través de Su profeta y otros líderes que lo acompañaron, nos brindó respuestas, guía, consuelo y fortaleza. Yo, cuaderno y birome en mano, tomé apuntes de aquellas palabras y mensajes que más me llegaron. Oportunamente los transcribiré en mi otro diario.
Pero no quiero ser egoísta y comparto con vos, que te tomaste el tiempo de leer hasta acá una frase que todos necesitamos oír, seamos o no miembros de la iglesia:
¿La parte que más le gustó a mi hijo pequeño? Cuando Russell M. Nelson pidió a los niños que se levantaran de sus asientos. Como no podía verlos a todos, dijo que agitaran sus manos. Me encantó ver a mi hijo responder a la invitación del Profeta, y vivir esta experiencia junto a él. Es algo que nunca vamos a olvidar.
Otra cosa: el profeta dio su discurso en español. Fue maravilloso, indescriptible, emocionante escucharlo hablar en nuestro propio idioma las verdades del Evangelio.
¡Y con qué amor miró al coro mientras cantaba! Amé verlo girar en su asiento y dirigir su mirada hacia ellos. Quizás no llegues a entender lo que sentí al poder estar a escasos metros del Profeta del Señor, pero se sintió como si el mismo Salvador estuviera presente.
(Estos y otros detalles son los que atesoraré en mi corazón.)
¿La parte que más le gustó a mi hijo pequeño? Cuando Russell M. Nelson pidió a los niños que se levantaran de sus asientos. Como no podía verlos a todos, dijo que agitaran sus manos. Me encantó ver a mi hijo responder a la invitación del Profeta, y vivir esta experiencia junto a él. Es algo que nunca vamos a olvidar.
Otra cosa: el profeta dio su discurso en español. Fue maravilloso, indescriptible, emocionante escucharlo hablar en nuestro propio idioma las verdades del Evangelio.
¡Y con qué amor miró al coro mientras cantaba! Amé verlo girar en su asiento y dirigir su mirada hacia ellos. Quizás no llegues a entender lo que sentí al poder estar a escasos metros del Profeta del Señor, pero se sintió como si el mismo Salvador estuviera presente.
(Estos y otros detalles son los que atesoraré en mi corazón.)
Como dice 2 Reyes 5: 8:
"¡Hay profeta en Israel!"
