Mi primer domingo de enero no pudo haber sido mejor. Di un discurso y pude tener la entrevista final para la recomendación del Templo (Cosa que no esperaba porque me habían dicho que había muchos miembros esperando ser entrevistados.)
Mi discurso trató de ponerse metas para este año. Este es el material en el que me inspire para prepararlo:
Como frutillita del postre, ayer pude después de varios meses, hacer la ordenanza de la investidura por una de las mujeres de mi árbol genealógico. Benjamín, por su parte, realizó bautismos e indexó.
Esta será, quizás, mi última publicación en el blog. Últimamente estoy teniendo muchas experiencias cotidianas, dignas de mención pero demasiado breves como para dedicarles todo un post. Así que la idea es estar más presente en otras plataformas, como Instagram, por ejemplo. ¿Me seguís por allá?
Mis futuras publicaciones
serán, quizás, como esta:
breves, sin demasiadaspretensiones, pensamientos
en voz alta,
un registro de mis memorias,
un collage de recuerdos,
destellos de esperanza.