En estos días me estoy preparando para rendir Historia y Política de Educación Argentina. De todos los textos se desprende una necesidad: la de formar una sociedad con mayor justicia social e igualdad de oportunidades.
El mundo está tratando de garantizar estos derechos , con mayor o menor éxito, sin saber que ya hay un manual (o varios) que, de seguir sus indicaciones, podrían resolver los problemas.
Las personas no religiosas, en general, tienen una visión bastante negativa y pesimista de los que si lo somos. En primer lugar, no vivimos en una burbuja, no desconocemos la realidad que nos rodea y no , no somos fanáticos por seguir un modo de vida "distinto" (esa palabra tan de moda). Tampoco queremos dar cátedra de nada; solo compartir lo que nos hace felices, lo que nos da fortaleza en tiempos difíciles. Por eso pedimos respeto, que no se nos persiga por nuestras creencias y valores; el mismo, en definitiva, que reclaman todos, ¿no? Calificar, categorizar es hiriente. No suma si lo que se quiere es entablar un diálogo. En una sociedad que se pretende democrática, justa e igualitaria, todas las voces, siempre y cuando no limiten la libertad de otras, deben tener su espacio. ¿O no?
Pero voy al grano, a la razón por la cual estoy dejando este registro en mi diario. La cuestión es que hoy, en mi estudio diario de las escrituras, me encontré con estas pinceladas de color (porque sí, me iluminan el camino con la paleta completa 💖):
"...la madre ejerce una influencia que ninguna otra persona ni relación puede igualar. Mediante el poder de su ejemplo y sus enseñanzas, sus hijos aprenden a respetar a las mujeres y a incorporar en su vida disciplina y elevadas normas morales. Las hijas aprenden a cultivar su propia virtud y a defender lo que es correcto una y otra vez, sin importar lo poco popular que sea. El amor y las altas expectativas de una madre llevan a sus hijos a actuar de forma responsable sin pretextos, a tomar seriamente la educación y el desarrollo personal, y a contribuir constantemente al bienestar de todos los que los rodean.
(...)
De ese modo, han sido una influencia de refinamiento en la sociedad, han sacado a relucir las mejores cualidades de los hombres y han perpetuado ambientes sanos en los cuales criar a hijos saludables y protegidos." (Discurso completo acá)
"Y el Señor llamó Sión a su pueblo, porque eran uno en corazón y voluntad, y vivían en rectitud; y no había pobres entre ellos." (Moisés 7: 18)
"Y ya no se guiaban por las prácticas y ordenanzas de la ley de Moisés, sino que se guiaban por los mandamientos que habían recibido de su Señor y su Dios, perseverando en el ayuno y en la oración, y reuniéndose a menudo, tanto para orar como para escuchar la palabra del Señor. Y ocurrió que no había contenciones en la tierra, a causa del amor de Dios que moraba en el corazón del pueblo. Y no había envidias, ni contiendas, ni tumultos, ni fornicaciones, ni mentiras, ni asesinatos, ni lascivias de ninguna especie; y ciertamente no podía haber un pueblo más dichoso entre todos los que habían sido creados por la mano de Dios." (4 Nefi 1: 12, 15-16)
¿Te gustaría saber más? Te invito a sumergirte en las Escrituras y a acercarte "al Autor divino de los derechos humanos y de la dignidad humana", empezando por acá.
