> Diario de Abish: Lo que causó que amara más el Profesorado

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jueves, 19 de noviembre de 2020

Lo que causó que amara más el Profesorado



Hoy tengo ganas de contarte qué es lo que provocó que con el correr de los días, al estudiar en el Profesorado, especialmente las materias de Pedagogía y Didáctica, me sintiera más y más convencida de que la docencia es algo a lo que me quiero dedicar.

Pero primero, te invito a adentrarte en la vida y pensamientos de dos de los pedagogos que elegí, junto a unas compañeras, para responder qué significa ser docentes de Lengua y Literatura: Gabriela Mistral y Paulo Freire.




Te soy sincera: ¡los amé! Muchos de sus métodos pedagógicos ya los tenía vistos e, incluso, los fui aplicando a lo largo de los cinco años en que fui maestra de seminario. Y es que si, ¡pude encontrar en estos pedagogos muchos puntos en común con las enseñanzas de Jesucristo!

Veamos: 
  • Jesucristo enseñó a adultos (tanto hombres como mujeres) y a niños; a ricos y pobres; a los cultos y a los que tenían escasos conocimientos; a los poderosos y a los marginados; individualmente y a multitudes. Todos eran importantes para Él,  no desechó a nadie.
  • Mostró a Sus discípulos, a través de ejemplos claros y sencillos, de preguntas significativas, la manera de aprender por sí mismos lo que podía ser para el beneficio de sus almas.
  • Enseñó en todos los ámbitos: dentro de una sinagoga, en el Templo, al aire libre, a bordo de una barca, en los hogares mismos.
  • Exhortó a aplicar Sus enseñanzas a situaciones cotidianas de la vida ("Ve y haz... lo mismo." Lucas 10: 37)

Para que entiendas un poco más de lo que hablo, comparto fragmentos de un discurso que leí como parte de mi estudio personal


"La meta del maestro es...  que el alumno descubra la verdad por si mismo y se sienta motivado a aplicarla. Aunque hay quienes parecen ser maestros natos, las técnicas didácticas pueden aprenderse. ¿A quien pueden acudir los maestros para mejorar sus técnicas? ¿Podrían observar a otros maestros y aprender de ellos? ¿O quizás podrían pedirle a un buen maestro que los observara y les diera sugerencias...?... Podemos ... tratar de aprender y practicar nuevas técnicas.

El maestro....  Hacía preguntas importantes. Todos ...compartían ideas, se escuchaban unos a otros. Hablaban de los problemas que había en la escuela y de cómo se aplicaban a la lección....

…un maestro.... entiende que “recae sobre el alumno la responsabilidad del aprendizaje. Por lo tanto, es a el a quien se debe poner en acción...

…Un buen maestro no piensa: “¿Que haré hoy en clase?”, sino, “¿Que harán mis alumnos hoy en clase?” No piensa: “¿Que enseñaré hoy?”, sino, “podré hacer que mis alumnos se den cuenta de lo que tienen que saber?” 

El aprendizaje se lleva a cabo mejor en un ambiente de confianza y seguridad. Eso significa que se respetan las preguntas y los comentarios de cada persona...

...Tanto el maestro como los alumnos comparten la responsabilidad de mantener un ambiente de confianza y seguridad.

Es responsabilidad del maestro presentar la lección y ayudar a establecer las bases. En medio de la lección, los alumnos participan y tratan de comprender y aplicar los conceptos..."  (El salón de clase común y corriente, Virginia H. Pearce)


"Se invita a todos los maestros... a que adopten los siguientes principios fundamentales... 
1. Amen a quienes enseñan.
  • Dediquen atención a cada persona.
  • Concéntrense en las necesidades de sus alumnos.
2. Prepárense .
  • Vivan de acuerdo con lo que enseñan.
  • Estén al tanto de los recursos disponibles.
3. Enseñen (mediante el Espíritu)
  • Sean maestros dóciles a quienes se les pueda enseñar
  • Creen un ambiente propicio para aprender.

        4. Descubran... juntos

  • Establezcan altas expectativas.
  • Alienten a sus alumnos
  • Hagan preguntas eficaces.
  • Escuchen a sus alumnos.

        5. Enseñen (la doctrina)

  • Utilicen historias y ejemplos.

6. Inviten a los alumnos a actuar
  • Ayuden a sus alumnos a practicar.
  • Den seguimiento a las invitaciones que extiendan.

Al aplicar estos principios, llegaremos a ser mejores maestros, mejores alumnos, mejores padres y... a raíz de esa experiencia no sólo salgan informados, sino transformados." (¿Qué clase de maestros hemos de ser?)
 


Si llegaste hasta el final de esta publicación habrás podido comprobar cuánto del Evangelio hay en los métodos pedagógicos actuales. Sin saberlo (o sabiéndolo, como yo), los docentes están enseñando a la manera del Salvador. ¿No es un hermoso "descubrimiento"?

Si querés saber más sobre Jesucristo y Su manera de enseñar, te invito a conocer Su vida en las Escrituras