> Diario de Abish: Detalles, recordatorios y "mimos" en el Día de la Madre

Translate

lunes, 19 de octubre de 2020

Detalles, recordatorios y "mimos" en el Día de la Madre

Soy de las que piensa que el Día de la Madre es todos los días, en el sentido de que no hay que esperar a esa ocasion "especial" para homenajearla, para comprarle algo, para visitarla, para "dedicarle" tiempo.  Aclaro: no significa que pase por alto esa fecha como si fuera una "más". De hecho, es una oportunidad en la que uno detiene un poco el ir y venir continuo y aprovecha para reunirse con la familia y pasar buenos momentos.

Alguien compartió en las redes esta publicación, en relación con el Día de la Madre (la verdad, no recuerdo quién)↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷



¡Qué significativas palabras! Más aún en este contexto de aislamiento, ¿no? El de ayer fue un Día de la Madre atípico, muy acotado para algunos y, quizás, no tanto para otros; pero en el que, seguramente, el amor hacia las madres se manifestó de la manera que describió el élder Utdchorf en uno de sus  discursos: "En las relaciones familiares, amor en realidad se deletrea t-i-e-m-p-o, tiempo." 

¿Me permitís que te comparta un poquito de cómo fue mi domingo? 

Con mi hermana, le hicimos una breve visita a mi mamá↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷



Por la tarde, di la clase a las mujeres y a los hombres jóvenes de la Iglesia por pedido de mi hijo, que es consejero de Escuela Dominical.

Hablamos de la obra "grande y maravillosa" que tendría lugar en los últimos tiempos, de la restauración del Evangelio, de la obra misional (de la que todos podemos formar parte) y, por último, compartí estas hermosas palabras que el presidente Russell M. Nelson le dirigió a los jóvenes de la Iglesia en el Devocional mundial de 2018:


“Ciertamente estos son los últimos días, y el Señor está acelerando Su obra para recoger a Israel. Ese recogimiento es lo más importante que se está llevando a cabo hoy en la tierra. Nada se le compara en magnitud, nada se le compara en importancia, nada se le compara en majestad. Y si eligen hacerlo, si lo desean, pueden formar gran parte de él. Pueden formar parte de algo grandioso, algo espectacular, ¡algo majestuoso!
Cuando hablamos del recogimiento, simplemente estamos diciendo esta verdad fundamental: cada uno de los hijos de nuestro Padre Celestial, a ambos lados del velo, merece escuchar el mensaje del evangelio restaurado de Jesucristo…
¡Piensen en ello! De todas las personas que han vivido en el planeta tierra, nosotros somos los que participaremos en este último y grandioso recogimiento. ¡Qué gran emoción!…
Ese recogimiento debería significar todo para ustedes. Esta es la misión para la cual fueron enviados a la tierra” 

Casi sin darse cuenta, mi hijo me hizo un regalo: el de ayudarme a servir en la obra del Señor.  ¡Él y yo trabajando juntos en Su iglesia! ¿Qué más se puede pedir?

Más tarde, participé de una videollamada con los misioneros y una niña de Primaria que se va a bautizar↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷




Como broche de oro, una videollamada express desde Rexburg↷↷↷↷↷↷↷↷↷↷



Pudo haber sido un día atípico, como dije más arriba; no pudo haber sido como imaginábamos o esperábamos pero lo que no faltó fueron esos "detalles", esos recordatorios, esos "mimos" que tanto bien hacen al espíritu.