Bueno, los domingos 20 y 27 de mayo tuve la oportunidad de ponerlo en práctica al dar las clases en Sociedad de Socorro y en el curso de Doctrina del Evangelio, respectivamente. En ambas oportunidades me asignaron la clase un día antes y (en las mismas dos oportunidades) no la había estudiado previamente 😲. Así que rapidito me puse a escribir un borrador (tanto el primer sábado como el segundo) y lo pase a la computadora (¡bendita sea porque me simplifica mucho las cosas!). Para la clase de Sociedad de Socorro hasta planifiqué un par de actividades didácticas.
¿Por qué comparto esto con ustedes? Porque, la verdad, el dar estas dos clases fueron, para mí, una oportunidad más que el Señor, en Su infinita misericordia, me está brindando para seguir progresando en Su Evangelio. Con la clase de Sociedad de Socorro, pude llegar temprano a la capilla (por diversas circunstancias, me esta costando y es una de mis metas para este 2018) y con la de Doctrina del Evangelio, pude ponerme al corriente de lo que se está viendo en el Antiguo Testamento los domingos (me cuesta también leer el manual del alumno previamente).
Quizá para otros, el dar una clase o aceptar una asignación con un día de anticipación (y, aveces, con escasos minutos o nada de tiempo 😖) no es un problema pero yo (que hasta hace un tiempo era muuuy tímida y ni se me hubiera pasado por la cabeza hablar en público) lo tomo como un "desafío", algo que me ayuda a superarme a mí misma y demostrarme que puedo, que soy capaz. De ahí, que le dé tanta relevancia a esta experiencia (y a otras similares) como para dedicarle una entrada 😜.
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Acá les dejo las dos clases que me tocó dar:
Portadores de luz celestial
El reino de los Jueces
¿Qué cosas los ayudan a ustedes a progresar en el Evangelio? ¿Quieren contarme? ¡Espero sus comentarios!