> Diario de Abish: junio 2018

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miércoles, 27 de junio de 2018

¿Quién dice: "¡Yo!"?

Si son lectores asiduos de mi blog, sabrán que hace rato no publico una entrada. ¿La razón? Me uní a los jóvenes (aunque ya hace rato dejé la adolescencia 😜) e hice un "ayuno" de las redes sociales por una semana. (Esto forma parte de las cinco invitaciones que el presidente Nelson le hizo a los jóvenes. ¿No se acuerdan? Mas información, acá.)

El hecho es que, cuando me puse otra vez a navegar por las dos redes sociales que mas uso, Facebook e Instagram,  ya no le encontré el mismo "gustito". Hasta podría decir que casi, casi perdí el interés. (Aunque, les soy sincera, ya no venia interactúando tanto como antes en dichas redes.) 

¿Mi balance de este "reto" o "desafío"? Tengo dos palabras: ¡Me encantó! Porque "El no hace nada a menos que sea para el beneficio del mundo" (2 Nefi 26: 24) y, precisamente, este "ayuno" virtual es para ayudarnos a no ser tan dependientes de las redes sociales. Si bajamos o apartamos un ratito el celular, vamos a ver que hay todo un mundo alrededor nuestro. ¿Podemos sobrevivir unas horas o unos días sin actualizar nuestro estado, compartir "selfies" o ser el que mas "me gusta" tiene? Por experiencia propia digo: ¡absolutamente, sí! 

Pero esto no queda acá. ¡Todavía quedan cuatro "retos"! (Algunos de mis alumnos, ya se comprometieron a cumplir el segundo: hacer un sacrificio semanal de tiempo personal, para dedicárselo al Señor, durante tres semanas.) 

¿Quién se nos une y también dice, con la mano bien levantada: "¡Yo!"?



miércoles, 6 de junio de 2018

El Devocional y los cinco puntos para formar parte del "batallón" que recogerá al Israel disperso

Este es el segundo post que escribo en el día así rapidito, rapidito por que ya, ya me uno a la invitación que el presidente Russell M. Nelson  le hizo a la juventud de la Iglesia.

¿No saben de que se trata? El presidente Nelson se dirigió este domingo 4 de junio a los jóvenes y los invito a formar parte del "Batallón de jóvenes del Señor para ayudar a recoger a Israel", es decir para predicar el Evangelio. 

Para ayudar a los jóvenes a "enrolarse" en esta "misión" enumeró cinco puntos o consejos, que deben aplicar. Acá van (con notas personales mías incluidas):

1-Un "ayuno" de siete días de las redes sociales (o sea, cero redes sociales).
2-Dedicarle tres semanas al Señor, dejando de hacer algo que les guste para empezar a "recoger" a Israel (ejemplo: Historia Familiar, bautismos vicarios).
3-Auto evaluarse continuamente para saber si honran sus convenios con toda plenitud (si sienten que se han alejado, deben arrepentirse y "volver").
4- Orar diariamente para que todos tengan la oportunidad de recibir el Evangelio.
5- Destacarse y diferenciarse del resto. Ser una luz.


Me gustó mucho el Devocional. El Señor sabe exactamente lo que aleja a los jóvenes de vivir plenamente el Evangelio y les proporciona esta ayuda. 

Por mi parte, como maestra de Seminario, para ayudar a mis jóvenes, tomé la determinación de aceptar el desafío (porque sí, es un desafío; aún para los adultos) y, por lo tanto, "ayunaré" de las redes sociales por siete días. 

Acá les dejo el devocional completo (empieza en el 1.12.20):



¡Nos vemos en una semana y les cuento cómo me fue!

¿Suficientemente relevante como para dedicarle una entrada?

Últimamente veníamos aprendiendo en las clases de Doctrina del Evangelio que "no debíamos olvidarnos de la bendiciones que Dios nos da" (Deuteronomio 6: 10-12)  y que debíamos "esforzarnos, y ser valientes, sin temer ni desmayar porque el Señor está con nosotros dondequiera que vayamos" (Josué 1: 9).

Bueno, los domingos 20 y 27 de mayo tuve la oportunidad de ponerlo en práctica al dar las clases en Sociedad de Socorro y en el curso de Doctrina del Evangelio, respectivamente. En ambas oportunidades me asignaron la clase un día antes y (en las mismas dos oportunidades) no la había estudiado previamente 😲. Así que rapidito me puse a escribir un borrador (tanto el primer sábado como el segundo) y lo pase a la computadora (¡bendita sea porque me simplifica mucho las cosas!). Para la clase de Sociedad de Socorro hasta planifiqué un par de actividades didácticas.

¿Por qué comparto esto con ustedes? Porque, la verdad, el dar estas dos clases fueron, para mí, una oportunidad más que el Señor, en Su infinita misericordia, me está brindando para seguir progresando en Su Evangelio. Con la clase de Sociedad de Socorro, pude llegar temprano a la capilla (por diversas circunstancias, me esta costando y es una de mis metas para este 2018) y con la de Doctrina del Evangelio, pude ponerme al corriente de lo que se está viendo en el Antiguo Testamento los domingos (me cuesta también leer el manual del alumno previamente). 

Quizá para otros, el dar una clase o aceptar una asignación con un día de anticipación (y, aveces, con escasos minutos o nada de tiempo 😖) no es un problema pero yo (que hasta hace un tiempo era muuuy tímida y ni se me hubiera pasado por la cabeza hablar en público) lo tomo como un "desafío", algo que me ayuda a superarme a mí misma y demostrarme que puedo, que soy capaz. De ahí, que le dé tanta relevancia a esta experiencia (y a otras similares) como para dedicarle una entrada 😜.

Photo by Mirko Blicke on Unsplash

Acá les dejo las dos clases que me tocó dar:

Portadores de luz celestial

El reino de los Jueces


¿Qué cosas los ayudan a ustedes a progresar en el Evangelio? ¿Quieren contarme? ¡Espero sus comentarios!