El mensaje del élder James R. Rasband no pudo haber sido ser más oportuno. Poco después de leerlo, pude compartir en la Noche de Hogar que el Libro de Mormón tiene todas las respuestas que uno pueda estar buscando. Mi hijo confirmó ese principio al compartir que la lectura de determinados versículos disiparon sus dudas y desánimo espiritual. ¿No se manifiesta en este sencillo hecho la misericordia del Padre Celestial? ¿No es la existencia misma de El Libro de Mormón prueba suficiente de "cuán misericordioso ha sido [y es] el Señor para con los hijos de los hombres" (Moroni 10: 3)
No en vano en la portada se puede leer que
"[este otro testamento de Jesucristo] sirve para mostrar al resto de la casa de Israel cuán grandes cosas el Señor ha hecho por sus padres; y para que conozcan los convenios del Señor y sepan que no son ellos desechados para siempre"
Algunas de las preguntas que puede responder El Libro de Mormón:
¿Es realmente cierto que el plan de la misericordia de Dios garantiza que cada persona que haya vivido en esta tierra será resucitada y que todo será “restablecido a su propia y perfecta forma”? (Mormón 9: 13; Alma 40: 23)
¿De verdad la misericordia del Salvador satisface todas las exigencias reales y amargas de la justicia que, de otro modo, nos veríamos obligados a pagar en lugar de ceñirnos “con brazos de seguridad”? (Alma 34: 16)
¿Es cierto que Cristo sufrió no solo por nuestros pecados sino por nuestros “dolores [… y] aflicciones” de tal forma que “s[upiera] cómo socorrer a los de su pueblo, de acuerdo con las debilidades de ellos”? (Alma 7: 11-12)
¿Es realmente tan misericordioso el Salvador , que, como una dádiva gratuita, expió “los pecados de aquellos que […] han muerto sin saber la voluntad de Dios concerniente a ellos, o que han pecado por ignorancia”? (Mosiah 3: 11)
¿Es cierto que “Adán cayó para que los hombres existiesen, y existen los hombres para que tengan gozo”? (2 Nefi 2: 25)
¿Es realmente cierto que Jesucristo “herido fue por nuestras transgresiones, golpeado por nuestras iniquidades; y el castigo de nuestra paz fue sobre él; y con sus llagas somos sanados”? (Mosiah 14: 5)
Con todo lo dicho, ¿le darás una (nueva) oportunidad a este milagro moderno?