¡Mi hijo está, finalmente, en el CCM (Centro de Capacitación Misional) de México No me quiero poner sentimental (ya tuve tiempo para eso 😁) así que no te voy a contar que después de dejarlo en el aeropuerto y volver, la casa se sintió, ¿cómo decirlo'?, vacía. Claro que hubo un poco de lágrimas y dispersión al día siguiente pero, creo, a esta altura lo llevamos bastante bien. Más adelante, no sé😂. De lo que sí estoy segura es que esta breve separación traerá bendiciones y milagros para todos los miembros de mi familia, incluido mi misionero favorito.
La despedida del Elder Glik fue en la capilla de nuestro barrio. Tuve la oportunidad de dar mi testimonio y expresar mi gratitud por los amigos eternos que el Evangelio nos dio.
¡Ve, hijo mío, cumple tu misión!
¿Hay alguna otra mamá de misionero/hermana del otro lado de la pantalla? ¿Compartimos experiencias y nos hacemos compañía mientras esperamos a que regresen? ¡Te leo!