Si, estuve muy ausente pero pasaron bastantes cosas, todas relacionadas con el Profesorado. Para empezar, mis tiempos ya no eran míos por tener que estudiar, leer, preparar parciales, etc. Dejé de hacer muchas cosas, de pasar tiempo con algunos familiares e, incluso, desatendí algunos aspectos de mi llamamiento en la Iglesia. Mi luz se estaba apagando. Mi salud emocional y física empezaron a pasarme factura. Hasta que decidí, antes de colapsar, parar un poco, hacer una pausa. ¿Quién me presionaba, en definitiva? Me di cuenta de que era yo misma, en el afán de querer recibirme en cuatro años.
Como primera medida, decidí dejar tres materias, cuyos docentes empezaron a dar clases recién en septiembre, para recursarlas el año que viene. ¿Fue una decisión fácil? La verdad que no. Me invadieron las dudas, los temores, pasé una (o varias) crisis. Mi familia me apoyó en todo momento.
Pero eso no es todo: me di cuenta, a casi tres años de cursar el profesorado de Lengua y Literatura, que esto no es lo que quiero sino otra cosa. "¿Cómo? ¿Por qué no lo pesaste antes? ¿Y qué hacés ahora con todo ese tiempo perdido? Ya nos sos joven, ¡tenés tus años!". Esos y otros pensamientos fueron cruzando mi mente. Pero ¿por qué pensar que fue un fracaso, una derrota? ¿Por qué no pensar que Dios, que lo sabe todo, me fue guiando y preparando para esto que voy a emprender dentro de poco?Porque no, no voy a dejar de estudiar y sí, tengo pensado iniciar otra carrera en el 2023. Gracias a una profesora que tuvimos este año, me interesó mucho otra área de la educación. Cuando ya me haya anotado te cuento de que se trata, ¿sí? 😜
P.D: Sé que no será fácil pero, como ya dije en algún otro post, acepto los desafíos. Se que no estaré sola y que el Padre Celestial me dará la fortaleza física y mental para perseverar.
"Y también aliviaré las cargas que pongan sobre vuestros hombros, de manera que no podréis sentirlas sobre vuestras espaldas (...) Y aconteció que las cargas que se imponían sobre Alma y sus hermanos fueron aliviadas; sí, el Señor los fortaleció de modo que pudieron soportar sus cargas con facilidad, y se sometieron alegre y pacientemente a toda la voluntad del Señor." (Mosiah 24: 14-15)
"Sí, yo sé que nada soy; en cuanto a mi fuerza, soy débil; por tanto, no me jactaré de mí mismo, sino que me gloriaré en mi Dios, porque con su fuerza puedo hacer todas las cosas..." Alma 26: 12
"Dios es el que me ciñe de fuerzas, y hace perfecto mi camino. (...) Pues me ceñiste de fuerzas para la batalla..." Salmo 18: 32, 39
P..D 2: la situación que pasé me ayudó a entender/recordar cuán importante es cuidar la salud mental y emocional y, por sobre todo, la relación que uno tiene con Dios. Cosas que, a veces, uno da por sentado.
