Hace poco menos de un año, justo para la temporada de finales, publiqué esta entrada en cuanto a lo que estaba haciendo para aminorar un poco el ritmo y no dejar que la ansiedad me consumiera. Hoy sigo trabajando en ese aspecto de mi personalidad y, como sé cuales son las cosas que me funcionan, quiero compartir con vos tres recursos que, quizás, te puedan servir cuando sientas que estás en "ansiosa inquietud" (Lucas 12:29). Uno de ellos es recurrente en mi blog pero no por ello menos efectivo. Los otros dos no provienen de la Iglesia aunque, si se ahonda bien, se pueden encontrar puntos en común, lo que demuestra que Dios no nos da nunca "mandamientos temporales que no redunden en beneficios espirituales". (Doctrina y Convenios 29: 31-35)
Recurso 1: los infaltables himnos. Dicen que la música "apacigua a las fieras". ¿Qué mejor que una melodía cuya letra aplaque la "fiera" que hay en nuestro interior? (Llámese temor, ira, nerviosismo, inseguridad y una larga lista de etcéteras)
El Himno es "Páz, cálmense" y fue un de los que me acompañó la semana pasada.
La versión del Coro del Tabernáculo:
Recurso 2: cuidar nuestra salud mental. Muchos vamos al médico y nos hacemos chequeos para ver cómo está nuestra salud física pero descuidamos nuestra salud mental y/o emocional. No hay que sufrir de una patología para ir al psicólogo y eso es algo que aprendí, entre otras cosas, en la primer charla del taller "Conecta contigo", completamente gratuito y por Zoom. Mujeres de fe, en colaboración con la psicóloga Sandy Trujillo nos acercan esta herramienta para cuidar ese aspecto y tener una mejor calidad de vida. Dato a tener en cuenta: las charlas quedan grabadas y se pueden volver a ver, así no te perdés de nada.
Recurso 3: vivir una vida menos "frenética", así como la que nos presenta el periodista y escritor canadiense Carl Honoré (El video dura un poco más de una hora pero vale la pena mirarlo hasta el final):