> Diario de Abish: octubre 2021

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lunes, 25 de octubre de 2021

El diseño curricular personal del Salvador



Aprovechando estos "intersticios" que me deja la carrera aprovecho para darle los últimos "toques" a este post que empecé, más o menos, el dieciocho último. Y es que, sí, las últimas dos semanas fueron muy intensas. Nos tocó entregar dos trabajos con lo que se podían (o no) acreditar la materia y estar habilitados para rendir en diciembre. Yo acabo de recibir la devolución de uno de esos trabajos y aprobé. Yeeeaaahhh. ¡Bien por mí!! Ahora a esperar el resultado del otro.

Pero esa no es la razón por la que decidí hacer esta publicación. La idea surgió de repente, mientras estaba repasando las instrucciones inherentes a mi llamamiento en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Al leer me dí cuenta de que estaba leyendo sobre propósitos, objetivos, actividades, evaluación. etc., como si se tratase de un diseño curricular. (Si, sigo haciendo estas asociaciones de mi vida cotidiana con el Evangelio de Jesucristo.)

Un diseño curricular establece la linea educativa sobre la que las escuelas se deben basar para la formación integral de los alumnos. El Plan de Salvación es ese "diseño" divino, cuyo propósito principal es lograr la inmortalidad y vida eterna del hombre (Moisés 1: 39, Perla de Gran Precio).

Una norma o pauta, nos dice el élder Marvin J. Ashton, es una guía para copiar, un diseño, un plan, un diagrama o modelo que seguir para hacer cosas, un conjunto de rasgos característicos de una persona; también es la trayectoria metódica del vuelo de un avión al aterrizar.

Él continúa: 
"El Evangelio de Jesucristo es la norma o modelo de Dios del recto vivir y de la vida eterna; posibilita el fijar metas y el saber lo que hay que hacer primero. Satanás y los que le siguen procuraran constantemente engañarnos para que sigamos las pautas o normas de ellos. Si queremos estar a salvo cada día, alcanzar la exaltación y la felicidad eterna, tenemos que guiarnos por la luz y la verdad del plan de nuestro Salvador. La salvación plena o absoluta gira alrededor de nuestro Salvador." (Discurso completo acá)

En cuanto a propósitos, el élder D. Todd Christofferson nos recuerda: 

"...el propósito primordial de Dios es nuestro progreso. Su deseo es que continuemos “de gracia en gracia hasta que [recibamos] la plenitud” de todo lo que Él puede ofrecer.
En la Iglesia no solamente aprendemos doctrina divina, sino que experimentamos la aplicación de ella. Como el cuerpo de Cristo, los miembros de la Iglesia nos ministramos unos a otros en la realidad de la vida cotidiana. Todos somos imperfectos, ofendemos y se nos ofende. A veces, nos probamos unos a otros con nuestras propias idiosincrasias. En el cuerpo de Cristo, debemos ir más allá de los conceptos y las palabras elevadas y tener una experiencia real y “práctica” al aprender a “[vivir] juntos en amor”."(Discurso completo acá)
Como en todo diseño curricular, la Iglesia dispone, también, de actividades. Las distintas organizaciones, por separado o conjuntamente, buscan, además de proporcionar diversión y entretenimiento, edificar el testimonio, fortalecer a las familias y fomentar la unidad y el crecimiento personal. Tales propósitos se logran a través de, por ejemplo, la Noche de Hogar, el PFJ, Seminario, reuniones de Sociedad de Socorro, del Cuórum, de Primaria, y de Hombres y Mujeres Jóvenes.

Otro aspecto a mencionar de la Iglesia es la evaluación (o auto evaluación). Los lideres dijeron lo siguiente:
"¿Cómo podemos medir nuestro progreso? Las Escrituras sugieren muchas maneras; mencionaré sólo dos.
Después del célebre discurso del rey Benjamín, muchos de los que lo oyeron clamaron que el Espíritu del Señor "ha efectuado un potente cambio en nosotros, o sea, en nuestros corazones, por lo que ya no tenemos más disposición a obrar mal, sino a hacer lo bueno continuamente" (Mosíah 5:2). Si se nos está acabando el deseo de hacer lo malo, estamos progresando hacia nuestra meta celestial.
El apóstol Pablo dijo que las personas que han recibido el Espíritu de Dios tienen "la mente de Cristo" (1 Corintios 2:16). Entiendo que eso significa que las personas que están avanzando hacia la conversión necesaria empiezan a ver las cosas como las ven nuestro Padre Celestial y Su Hijo, Jesucristo; ellas escuchan Su voz en lugar de la voz del mundo, y hacen las cosas a la manera de él y no a la manera del mundo." (Discurso completo acá)

 

"Evaluar nuestra vida nos da la oportunidad de alejarnos del mundo, reflexionar sobre dónde nos encontramos en la senda de los convenios y, si es necesario, hacer ajustes para estar seguros de sujetarnos firmemente y mirar hacia delante
Al evaluar cosas de nuestra vida que necesitemos cambiar, podríamos hacernos una pregunta práctica: ¿cómo nos elevamos sobre las distracciones de este mundo y mantenemos los ojos fijos en la visión de la eternidad ante nosotros?" (Discurso completo acá)

"Cuando se trata de la verdad espiritual, ¿cómo podemos saber que estamos en el camino correcto?
Una manera es haciéndonos las preguntas correctas; el tipo de preguntas que nos ayudan a meditar sobre nuestro progreso y evaluar cómo nos está yendo. Preguntas como:
“¿Tiene significado mi vida?”
“¿Creo en Dios?”
“¿Creo que Dios me conoce y me ama?”
“¿Creo que Dios escucha y responde mis oraciones?”
“¿Soy feliz de verdad?”
“¿Me están llevando mis esfuerzos a las metas espirituales y valores más elevados en la vida?”
Preguntas profundas en cuanto al propósito de la vida han llevado a muchas personas y familias por todo el mundo en busca de la verdad. Con frecuencia, esa búsqueda los ha llevado a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y al Evangelio restaurado. (Discurso completo acá)
Establecido este paralelismo (que no es más que un pensar en voz alta, un escribir en mis memorias) me despido hasta el próximo post. ¡Buena semana!