Y, cuando menos lo esperaba, volví a formar parte de la presidencia de Sociedad de Socorro. Desde el domingo soy, oficialmente, primera consejera de la organización.
Del relevo de Primaria ya sabía desde el miércoles pasado pero tuve la oportunidad de "despedirme" de los niños dando una clase en cuanto a "meter la hoz con nuestra fuerza" (qué apropiado ¿no? 😊), de "traer almas a Cristo" y mirando "De amigo a amigo", el primer evento mundial para los niños de la Iglesia.
De entre las responsabilidades que tengo como consejera están la genealogía y la historia familiar. Yeahhhh💃. ¡Voy a estar en mi salsa!
Sé que este llamamiento llega en el momento justo. Me va a ayudar en mis esfuerzos por desarrollar los dones y talentos que el Señor me dio de una manera mucho más eficaz y profunda (¡y vaya que lo necesito!). Todo lo que haga, tanto a nivel temporal como espiritual, será prosperado, lo sé, si cumplo con mi llamamiento de la mejor forma que pueda. Se abren nuevas oportunidades para mí....
Como escribió Emma Smith en una carta para José, su esposo, yo también deseo “tener el Espíritu de Dios para conocerme y comprenderme a mí misma, para superar cualquier obstáculo de costumbre o de carácter que no me conduzca a alcanzar mi exaltación en los mundos eternos. Deseo tener una mente fructífera, activa, para comprender sin dudar los designios que Dios revela por medio de sus siervos”.
También deseo, como Lucy Mack Smith, madre del Profeta, expresó en su momento que en este 2021 las hermanas lleguemos a “apreciarnos las unas a las otras, ampararnos las unas a las otras, consolarnos mutuamente" mucho más que antes porque es algo que, realmente, estamos necesitando.
Hasta acá el post. ¿Nos encontramos la próxima?
